Capítulo 2 El Grupo Cahezer

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Mi abuelo Luxor Cahezer es por así decirlo... El hombre más poderoso del mundo, y el más perspicaz ya que sabe manipular todo a su antojo de una manera discreta. Maneja compañías de investigación científica para la creación y producción del bien humano, es decir productos para el desarrollo y la sociedad. Es justo como tener todo en tu mano, el desarrollo tecnológico y la manipulación social y política, nadie nunca sería tu oponente lo pensaría dos veces. Pero Luxor no está solo, mi abuela Julia lo acompañó siempre, maneja todos sus bienes y empresas en América, aunque los Cahezer vivan en Inglaterra tenían su gente en todas sus empresas, mi padre por ejemplo. Julia Kingdhon una mujer de carácter, totalmente fina y elegante. Ellos son la cabecera del grupo, mis tíos también trabajan en la empresa familiar. Mi Tía Victoria es la mayor, madre de las mellizas, "Las pelirojas" Alice y Renatta, ambas son rubias como yo pero les fascina el colorado, solo veinte años, por su altura y personalidad parecen mayores, estudian moda en la universidad y su estilo es muy contemporáneo. Mi tío Ricochett es ministro de relaciones exteriores, padre de mi consentida prima Penelope, ella es unos meses menor que yo, es muy inteligente ambas tenemos un nivel de estudio avanzado, sólo nosotras dos en la familia somos avanzadas académicamente con nuestra edad, lo que no significa nada, nos llevamos mal, ella tiene la fiebre del poder, piensa que puede llevarse el mundo por delante, al igual que yo solo que su forma de ser es despreciable y yo no me impongo por sobre la gente. Mi Tía Charlotte es madre de Kristyn mi prima legítima ya que sus hermanos Paul, Lin y Percy, mis otros primos, son adoptados. Kristyn y Penelope son muy parecidas a mi, parecemos trillisas, solo que sus rasgos son un poco más toscos, aún así son muy bellas. Mis tíos Charlotte y Oscar son padres de ellos cuatro y aunque siempre hacen notar la diferencia de ellos con Kristyn agradezco que estén en mi familia, ya que son mis primos favoritos y las mejores personas del mundo. Mi otra tía y la menor de sus hermanos es Guadalupe pero todos la conocen como Lupita, tiene veintisiete años y sin duda alguna es mi tía favorita, ella esta un poco distanciada de la familia y ya no trabaja con mis parientes, no la veo hace mucho.

El grupo Cahezer se conforma con mis abuelos a la cabeza, le siguen mis tíos y un grupo de empresarios, entres ellos científicos. El segundo al mando es o era Will Costor, su familia al igual que la mía era poderosa, ambos habían llevado la compañía a la gloria, aunque últimamente habían rumores de que no se estaban llevando bien lo que puede que sea cierto ya que en la entrega de los Cahezer de oro Will no estuvo presente, de todos modos en esa fiesta pasaron muchas cosas, fue raro no verlo ahí.
En sí el imperio empresarial es poderoso económica y politicamente pero también siempre corrió peligro, no solo la especulación, siempre hubo una especie de guerra entre el grupo y determinados países, dos veces hubo atentados en la residencia de Inglaterra. Siempre por causa de la compañía. Es por eso que la seguridad era algo muy importante entre mi familia y el entorno que la rodeaba, desde que mi madre murió mi abuelo implementó un sistema de seguridad en la familia un tanto "sobre protector". A todos los hijos y nietos de familias ricas, en su mayoría, se les otorgaba un agente personal o un cuidador así se dice vulgarmente, un oficial entrenado de niño con la única misión de entregar hasta su vida por su protegido si es necesario. Mi cuidador hasta hace un año fue Ciro. Oficialmente lo es pero peleamos y le dije que ya no quería que me cuide. Ciro no solo me cuida a mi, también cuida a Penelope desde hace ocho o nueve meses, ella... lo adora. Cuando Ciro se fue a Inglaterra me asignó otra cuidadora de su equipo, Riven, se quedó guardandome seis meses, luego volvió aunque de vez en cuando me asistía en fiestas y eventos junto a Sairus que hasta hace unos días fue mi cuidador, estuvo conmigo los seis meses restantes y de los tres fue el mas compañero. Siempre me cuidaba desde las alturas, era divertido estar en el salón de clases, mirar por la ventana y encontrar su posición, siempre descubría sus escondites. Extrañaba su "Espero que su día halla sido bueno" es demasiado formal para alguien que tiene diesinueve años, creo que por eso nos llevábamos bien. Ahora nuestros cuidadores, míos y de mis hermanos estaban en Inglaterra, son agentes de mi abuelo. Safrín es la cuidadora de Michael y de Ámber, Mi prima Kristyn tiene a Drako, es aterrador pero eficiente y también cuida a las pelirrojas. Mi primo Paul se maneja solo dice que no necesita protección personalizada al igual que mi tía Lupita. Percy es protegido por Azula una humana tan malhumorada y detestable como eficaz a la hora de actuar. Lin es japonesa por lo tanto mi abuelo le asignó un arquero de tokio profesional llamado Heike, ella lo quiere mucho aunque él es muy frío, la cuida desde que ella tenía ocho años. Los agentes se van intercambiando según la posición del protegido, a medida que mis primos y tíos cambian de lugar, sea trabajo o escuela ellos van encargándose de la seguridad.
En casa teníamos agentes que se encargaban de la protección de papá y de la casa junto con la compañía pero en los últimos días no estaban en casa al parecer habían sido trasladados a mi nueva casa, y nuestros agentes personales... Bueno, creo que mi abuelo tenía la urgencia de que estén con él ya que los llamó hace unos meses, antes de que las clases terminen.
Miré mi mano, era la primera vez que usaba un esmalte tan oscuro, me llamaba mucho la atención cuando miraba de reojo, se sentía raro no tener mi anillo, el anillo plateado con la piedra azul que Ciro me había dado, sentía mi mano izquierda mas liviana. El día que discutí con Ciro él no tenía puesto su anillo el que básicamente lo une a mí, exactamente igual al mío, Además del conflicto que teníamos eso me enfadó mucho así que cuando se fue me lo quité yo también, aunque había pasado casi un año no me acostumbraba a no llevarlo puesto. Ciro me había cuidado desde que yo tenía doce años, nunca nos llevamos bien, siempre me daba órdenes de una manera autoritaria haciendo que lo detestara, que se fuera no me afectó, estaba feliz... Solo que era raro no verlo todos los días. Si era por mí no tendría guardaespaldas pero la verdad era que no podía, la inseguridad estaba a la hora del día siempre, fue por causa de la inseguridad que tengo que vivir presa en una casa y encadenada a un agente que me vigile día y noche. El día que mamá murió mi abuelo ordenó que nos dieran protección veinticuatro horas a todos sus herederos, creo que pensó que la muerte de mamá fue su culpa, un ajuste de cuentas o algo así, pero la verdad es que no. Mamá murió por la inseguridad doméstica.
Todavía lo recuerdo. Recuerdo... que era temprano, las empleadas parecían doncellas, todas las mujeres de la casa estaban vestidas de blanco y yo no entendía por qué, mamá me alistaba junto con otras mujeres de la casa, la que al parecer era una niñera tenía a Ámber en brazos era muy pequeña, hilos color cobre bajaban por sus hombros mientras miraba todo con una mirada curiosa, sus grandes ojos cobrizos se encontraron con los míos y empezamos a reír, ella con su partícula risa de bebé y yo... bueno, no recuerdo mi risa, solo sé que reía y estaba feliz. Papá nos gritaba que llegaríamos tarde, teníamos que irnos a la exposición de arte más grandiosa que tuvo mi madre y su última exposición. Recuerdo que Michael lloraba y papá lo llevaba al auto en brazos, mamá vestida como un ángel de vestido blanco subió conmigo al auto, las... doncellas me saludaban desde el palier de mi casa y yo también lo hacia desde el auto, luego llegábamos al lugar, no recuerdo mucho sobre el evento solo sé, por lo que dicen que fue genial y muy importante, mamá había logrado crear una vanguardia lo que era extremadamente difícil en ese tiempo por eso Julia Cahezer "Hija" fue recordada siempre por sus logros artísticos, ese día era muy importante, hubo mucha prensa e invitados de todos lados. Solo recuerdo que terminamos exhaustos y que por la tarde regresamos a casa, papá no estaba mamá bajó del auto con Ámber en brazos que estaba durmiéndose, mi abuela clara, la madre de mi padre, nos bajó de la mano a mi hermano y a mi. No había nadie en mi casa, solo nosotros. Mi abuela llevó a mis hermanos arriba mientras que con mamá nos dirigimos a la sala para poner en la mesa unos presentes que le habían regalado.
- Ve a ver si la abuela necesita algo amor. Fueron sus palabras. Subí corriendo las escaleras, pero recuerdo que no llegue a la habitación porque un sollozo que venía de abajo me detuvo, luego sentí voces de hombre. Bajé rápido las escaleras, pensé que mamá se había caído y que papá había llegado pero cuando llegué al pié de las escaleras me di cuenta que no había sido así.
Un hombre de negro sostenía a mi madre de un brazo, muy despacio me acerqué hasta la puerta que daba a la sala justo a espaldas del individuo.
- Si no me dices dónde está te mataré. Dijo el hombre mientras apuntó con un arma a mamá.
- No esta aquí. Dijo mamá sin una pizca de miedo.
Sentí pasos en el palier alguien iba a entrar al hall, pensé que podría ser papá pero no, otro enmascarado entró con un arma aun mas grande, tuve miedo y entré en la pequeña antesala que tenia dos macetones con plantas muy altas y me escondí detrás de uno, el hombre se dirigió a la sala y pasó frente a mi sin verme.
- ¡Rápido! Las alarmas sonarán en cualquier momento. Dijo hablándole al otro.
- ¿Donde está? Insistió el tipo poniendo el arma en la cabeza. El otro hombre regresó y yo me escondí otra vez, apenas se alejó entré en la sala, mamá seguía diciéndole que lo que buscaban no estaba ahí. Tenia miedo pero ahun así me acerqué cuando siento que alguien me sostuvo por detrás nunca sentí tanta fuerza no podía moverme solo patalear y gritar..
- Mira que tenemos aquí. Dijo el hombre que pensé que había salido.
Cuando mamá me vio su cara se aterrorizó, ahora sé que no debí entrar en esa sala, pero ya era tarde. Un griterío se armó en una cuestión de segundos, el olor a violencia llenó todo el lugar.
- No nos equivocamos mujer, si no me dices donde la tienes... - me miró con frialdad. - Mataré a tu preciosa bebe. Dijo apuntándome. Mi madre no vaciló solo le pedía que no me hiciera nada y que no tenía lo que ellos buscaban.
- Llevatela. Dijo señalándome sin cargo alguno.
El hombre que me sostenía empezó a llevarme fuera de la sala, no podía escaparme empecé a gritar. De pronto mamá también y de la nada comenzaron a forzegiar, le di un puntapié a quien me sostenía y logré liberarme pero solo por dos segundos, el hombre me tomó por detrás otra vez, no podía liberarme era mucha fuerza, mis gritos raspaban mi garganta y de a poco iba perdiendo voz. Otro hombre apareció en escena diciendo desesperado que tenían que irse. En medio del bullicio las alarmas empezaron a sonar. Y fue en esa confusión cuando el primer disparo sonó, miré a mamá y estaba peleando con el delincuente mientras el tercero se iba acercando. Tuve miedo por ella, si eran dos mamá no tenía opción, pero el otro no llegó ni a la sala cuando salió el segundo disparo. Ahí ya todo se hizo silencio. Mis oídos zumbaban, fue ahí cuando... La vi.

En ese momento mi corazón se paró, el tiempo se detuvo, la vi caer al suelo como si cayese un ángel desplomándose en el suelo deshaciéndose en el piso, su cabellera dorada desparramada en el suelo al igual que su vestido blanco que empezaba a mancharse de sangre, sus ojos grises apagados ya sin luz el rostro pálido despidiendo la vida.
Dicen que el arte mató a mi madre, sin embargo nunca le heche la culpa al arte por su muerte, jamás guardé rencor, mamá decía en su libro De arte y algo más, que el odio destruye.
El día que condenaron a los maleantes sentí paz aunque solo tenía siete años, una carga se fue de mis hombros como un alivio. Hasta los nueve combatía el miedo como podía, miedo a estar sola y a la oscuridad.
Un día nos visitó mi tía Lupita, en ese momento tenía quince años, hasta ese momento todos creíamos que era una chica rebelde y resentida porque mi abuela siempre se encargó de presentarla ante los demás como la chica que desobedecía todas las reglas y siempre sembró en todos la sospecha de que mi abuela prefería a mi mamá y que Lupita era algo así como un accidente no deseado.
A pesar de esa idea estúpida mi tía demostró humildad y mucho cariño a mi familia las dos semanas que se quedó con nosotros. Fue en esa instancia cuando ella me dijo que practicaba artes marciales o más bien defensa personal y que una de las formas de vencer el miedo era sentirse seguro de uno mismo. Cuando volvió a Londres me inscribí en una academia y entrené desde los nueve años en casa con agentes autorizados. Quiero creer que superé el miedo, tal vez tengo algunos fantasmas en el alma, pero ahora estoy segura, segura de que sé defenderme y segura de que ahora nadie volverá a ponerme una mano encima.
Lupita abandonó la residencia Cahezer hace cinco años, creo que fui la ultima persona que vio de la familia, fue en un evento familiar, recuerdo que salió corriendo de la sala y lo último que me dijo fue... "Se te enfría el postre" lo que fue extraño porque el postre se comía frío. Se alejó y hasta el día de hoy no volví a verla, siempre trato de recordar si había algo en un su rostro, alguna evidencia de si algo le pasó o si trató de decirme algo pero no lo recuerdo, yo tenia doce años no me acuerdo mucho. Si le preguntan a mi abuela solo dice que estará por ahí... Haciendo de las suyas, lo que no es raro, la desunión familiar es algo común, como también la arrogancia y la falsedad... Aunque algunos tratamos de sobrevivir, tratamos de adaptarnos a lo que existe sin la intención de contaminarnos, aunque aveces los genes traicionan... Y en una pequeña reacción mal calculada nos damos cuenta que tenemos mucho de ellos, más de lo que pensamos.

FRANNSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora