Sentimiento de pertenencia.

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Salgo del coche de Harry, esta vez voy a cara descubierta, con ropa de calle, unos pantalones ajustados y una camiseta blanca con una chaqueta larga hasta el medio muslo azul oscura. Harry camina hasta mí y entrelaza nuestras manos. Me tenso ante ese roce, su mano caliente y grande cubre la mia por completo. Sé lo que está haciendo, me está reclamando como suya ante todos los corredores que tienen mano larga, entre ellos JC Sharoon y Doble K Stevenson, ambos tenian fama de mujeriegos sádicos...

Aprieto su mano al mirarlo de reojo, intenta esconder malamente una sonrisa para despues caminar hacia un grupo de chicos y chicas que se callan al mirarnos ir hacia ellos. 

-Cabrones!-Saluda Harry levantando la mano para chocarla con un tio al que nunca he visto. Uno por unos me presenta a los cinco. La mayoria son majos y agradables, luego está la chica llamada Gemma, es otro estilo, es tranquila y graciosa. Estabamos hablando cuando oigo un motor rugir. Como si fuera un instinto primario, me giro por completo para admirar el maserati negro que está enfrente. Camino hasta él mientras el dueño eleva el capó. Asomo la cabeza. Wow.

-16 válvulas, trescientos ochenta caballos, turbo instalado en segundo plano, tiene tración dos ruedas. Cambia a cuatro y pondria nitro directo por inyección y simplemente intentaria que la caja de cambio no tuviera un cambio brusco.

-Wow. La primera mujer que entiende de coches que veo.-Le miro sin entender. Mierda lo he dicho en alto.

-Oh. Si. Mis hermanos trabajan en un taller... y eso.-Digo para luego girarme y encontrarme con el grupo de amigos de Harry, todos están sonriendo salvo él que está serio mirando a un punto muerto. Se lleva una cerveza que no habia visto a los labios y da un trago. Camino hasta él haciendo que su mirada se centre en mi. Con mi mano busco la suya y agarro la botella. Mis labios rozan el borde y echo hacia atrás la cabeza. El amargo sabor de la bebida limpia mi garganta. Se la devuelvo a Harry y trago.

Su mano engancha mi brazo y nos lleva hasta el comienzo del bosque, donde la carretera deja paso a la gravilla y esta a la hierba. Da el último sorbo y cogiendo impulso lanza la botella tan lejos como puede. Está unos dos pasos por enfrente de mí. Sus manos están en sus bolsillos delanteros y su camiseta está enmarcando su espalda.

-Los chicos a los que conociste antes son los que se quedaron cuando todo se desvaneció.- Lo miro desde mi posición. Agacha la cabeza para mirar el balanceo que tienen sus pies.- Recuerdo que una mañana, la resaca y las lagunas eran tan grandes que me habia saltado una semana de mi vida. Gemma, mi hermana, me cuidó durante los siguientes tres meses. Fue horrible mirarme al espejo y saber que si hubiera muerto durante ese tiempo nadie, salvo ella me echaria en falta.- Sin darme cuenta doy un paso hacia él y me quedo estática cuando vuelve a hablar.- Mientras yo estaba bebiendo y drogandome en las fiestas a las que iba, mi madre murió. No fui al entierro porque sabia que mi padre no me dejaria pisar donde ella estuviera. -Dios. Doy el último paso hacia él y le paso el brazo por la espalda en señal de aliento- Yo solo tenia dieciseis años. Desde esa entonces... mi padre no me habla y Gemma... Bueno, ella es mi hermana y me ama a pesar de todos, pero aún así, noto que hay veces en que la decepción en sus ojos es tan grande que tengo que huir durante unos días, pero cuando vuelvo la historia se repite y... -Coje aire para aliviar los pulmones. Entonces no sé que me pasa pero rodeo su estrecha cintura con mis brazos. El se gira y sin más me aprieta contra él. A ser sinceras, pensé que se tensaria, pero no.

Al cabo de unos segundos una de sus manos levanta mi cara, sus ojos verdes brillan, pero sus pupilas están dilatas. Noto el olor de su aliento chocar en mi nariz. Cierro los ojos esperando el contacto de sus labios en los mios, pero nunca sucede.

-Sé mia, Sasha.

~Peligroso a sabiendas~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora