Escarlet y Dash se encontraban caminando para ir a casa. No se hablaban ya que los dos solo pensaban en lo que había sucedido hace unos minutos.
Después de un viaje muy silencioso, llegaron a su casa.
-Ya llegamos -grito Dash desde el umbral de la puerta.
Pero no tuvo respuesta, eso significaba que su padre seguía trabajando.
- Estoy algo cansada, me voy a mi habitación -dijo la joven con un gran agobio.
Dash miraba como su hermana subía por las escaleras de madera las cuales tenían una alfombra roja en el medio.
Cuando la muchacha llegó a su habitación, no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido. Aunque su plan era bueno, tenia sus riesgos pero valía la pena. En ese instante entro Dash a la habitación.- Escarlet, ¿hace cuánto no ordenas tu habitación?.
Dash miro la cama que estaba bajo la ventana donde estaba su hermana, esperando una respuesta pero no la obtuvo.
- Bueno, ahora tengo que salir con unos compañeros de la armada. Cuando vuelva quiero tu cuarto ordenado.
La muchacha se dio vuelta para donde estaba su hermano y le dijo con una sonrisa
- Si, papá.
- Bueno adiós.
- Adiós.
Dash salio de la habitación, segundos después ella se levanto y se dispuso a ordenar su gran cuarto.
Una hora más tarde, termino y como el sueño había cesado decidió ir con su padre para contarle lo que había sucedido.
Salió de su cuarto y caminó por un pasillo donde, en el final, se encontraba el escritorio viejo y algo maltratado de su padre.
Toco la puerta.- Pase - respondió al llamado con voz áspera
- Permiso - dijo Escarlet con un hilo de voz.
El hombre tenia 38 años, media 1,90 cm, su cabellera era negra pero se podían notar algunas canas que comenzaban a salir, sus ojos marrones cual madera, era muy parecido a Dash, pero a diferencia de él, su padre era una persona muy seria y estricta, aunque dulce cuando era necesario.
-¿Que necesitas Escarlet?- pregunto el hombre con un tono serio.
-Bueno señor Rousseau quería comentarle, si usted tenia un minuto que tuve el atrevimiento de unirme al ejercito - dijo con algo de miedo en su voz y su cabeza agachada ya que no era muy bien visto que una mujer se comporte como hombre.
- No voy a oponerme, pero si sales lastimada no me haré cargo de ti.
- Muchas gracias señor y eso era todo - dijo con su corazón saltando de la alegría.
Se dio vuelta para dirigirse a la puerta y se retiro de la habitación. El hombre siguió con su trabajo mientras que ella se dirijo a su dormitorio.
Cuando llego tomo una libreta, su diario en donde ella escribía todo lo que le sucedía, en el único que confiaba plenamente ademas de Dash.
Poco tiempo después volvió Dash algo cansado y con un olor casi insoportable a alcohol.- Ya volví. Bien, ordenaste tu cuarto.
- Hola y si, no quiero otro regaño de hermano papa - dijo con un tono de burla
-Eso pasa por ser desordenada. Pequeña estoy cansado así que me voy a mi recamara, adiós.
-Adiós.
Dash salió del cuarto y caminó para dirigirse a su habitación, cuando llego se acostó en la cama y quedo completamente dormido.
Escarlet decidió hacer lo mismo y se acostó en su cama para dormirse.Era de mañana y el primero en levantarse, como siempre, fue Dash y se alistó para su primer día como subgeneral.
Tiempo después, la muchacha de cabellos rojizos se preparo para su primer día en las fuerzas armadas.Los dos salieron de su habitación al mismo tiempo. Dash vestía un pantalón y un par de botas negras junto con una camisa completamente blanca, estaba verdaderamente reluciente.
A diferencia de su hermano, la joven vestía la misma ropa que para ir a tomar o a pelear a los bares. Una camisa blanca que estaba algo amarillenta por culpa del alcohol y unas botas marrones que hacían juego con el pantalón algo holgado.- ¿Estas lista?.
- Si -dijo decidida.
Se dirigieron hacia la puerta donde estaba su padre, sentado en un sofá, dentro de la sala junto a la que estaban tomando su desayuno y leyendo artículos de su trabajo.
- Buenos días - saludaron al unisono
- Buenos días - dijo su padre sin mirarlos.
Salieron de la casa para dirigirse al castillo, Dash estaba feliz por su primer día como subgeneral pero, en cambio, Escarlet estaba nerviosa por lo que iba a pasar esa mañana de invierno.
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Hola!! Aca dejamos otro cap. para ustedes. Espero que les este gustando.
Voten, comenten y kisses para ustedes