Mi Futura Boda

Líos Amorosos.

Estaba muy triste,  después de haber rato las flores y de arrogantes por la ventana me encontraba  debajo de mi escritorio llorando.

— Maldito Peter,  cree que puede venir cuando quiera, ¿acaso soy su juguete?. — Decía mientras sus lágrimas caían una tras otra.
— Licenciada,  licenciada -  entró rápido Julie.
— ¿QUÉ QUIERES? -  grité con todas mis fuerzas.
— Lo siento es que,  me hablo un tal John que dice que si,  la cita sigue.
— ¿John? cierto,  dile que si,  pero que si puede cambiar a las 7:30 .-  limpie mis lágrimas.
— Por supuesto licenciada -  dijo corriendo al teléfono

Tenían que ver a ambos,  primero quería que Peter sufriera por lo que me había hecho,  por lo cual el plan para cancelar la boda sería eliminado, me tendría que casar,  pero necesitaba la ayuda de John. Aunque no se que haré si este no piensa ayudarme,  es con el único que cuento.

— Me dijo que quiere hablar con usted -  volvió a entrar.
— Esta bien atenderé la llamada. -  me levante, me acerque y conteste.

— Hola Karla.
— Hola John ¿esta mal el horario?
— No pero se me hace extraño que  me cambies la hora.
— Es que tengo que ir a juicio,  y salgo a las 7 solo que no me acordaba -  mentí.
— Comprendo te veo a las 7:30.
— Aparte tengo algo serio de que hablarte.
— Esta bien,  espero que no interfiera en ya sabes que.
— Ese es el problema que si interfiere,  bueno te veo en mi casa.
— Me dejaste confundido pero esta bien.
— Bye.
— Adiós.
Colgué,  Julie sólo me observaba.
Pasaron las horas,  tenía unas citas con los clientes,  bueno después de mi largo día de trabajo me dirigí a mi casa,  cuando llegue se encontraban John en la puerta un poco enojado.

— ¿Que es lo que sucedió?

— Ah si hola,  estoy bien.

— Solo quiero ir al punto,  ¿que es lo que interfiere en nuestro plan?

— Shh nos pueden oír, mira, pasa y te explico. -  dije poniendo mi dedo sobre sus labios.

Este sólo aceptó paso y se sentó en un sillón cómo si fuera su casa.

— Lo que pasa es que creo que es mejor que nos casemos -  dije

— Pero yo no quiero,  además,  bueno si eres muy guapa pero no eres mi tipo de chica.

— Mira a mi tampoco me gustas, lo que pasa es que en la mañana recibí un regalo de mi ex,  dice que quiere hablar conmigo y que viene hoy a las 8.

— ¿Yo que tengo que ver en esto?

—Pues si piensa que me voy a casar me va a dejar en paz,  por favor te prometo que después nos divorciados.

— Bueno solo estaremos casados un año. Sabes a mi también me rompieron el corazón,  sólo por eso te voy a ayudar.

—¿ Cómo puedo agradecerte?

— No tienes porque.

Tocaron la puerta,  fui a abrir,  un pelinegro de ojos azulados se encontraba del otro lado,  exacto era Peter.

— Hola Peter -  intente sonreír.

—  Hola Karla ¿puedo pasar?

— Lo siento es que esta mi prometido y tenemos cosas que hablar de la boda.

— Espera ¿prometido? ¿boda?.

— Si tu crees,  el me demostró su amor desde el día que lo conocí, por eso estoy profundamente enamorada de él,  pero otro día podrás venir -  dije como si todo fuera verdad.

Creo que no me escucho porque rápidamente entro a la sala,  donde se encontraba John.

— ¿Quién te crees para quitarme al amor de mi vida?.

— ¿Quitarte al amor de tu vida?  por si no lo sabes tu fuiste quien la desechaste,  la hiciste sufrir yo sólo la hice que te olvidará u después nos enamoramos -  hasta yo me la creía.

— Además tu me dijiste que si encontraba a alguien más que hiciera mi vida, no entiendo porque te molestas tanto -  grité furiosa.

Estaba tan molesta que sentía mi cuerpo arder,  sentía la sangre caliente que recorría todo mi cuerpo,  ¿cómo se atrevía a decir semejantes barbaridades?.  El me dejo muy en claro sus intensiones,  solo me lleno de ilusiones y huyó.

— En verdad pensé que me amabas,  aunque ahora veo que no,  rápidamente te fuiste a los brazos se otro,  eres una vil zorra.

Primero me rompía el corazón y ahora me llamaba zorra,  no aguante más, le iba a dar una cachetada pero John me ganó.

— Le vuelves a hablar así a mi prometida y la próxima vez,  te dejo inconsciente.

— No creo que me hayas cambiado tan rápido,  haber besalo enfrente de mí. -  me estaba retando y yo por mi furia me deje llevar.

Agarré a John de la camisa,  lo acerque a mi,  tome su rostro y uno nuestro labios,  nos besamos muy apasionadamente, el no hizo nada por detenerme, me abrazo de la cintura y yo puse mis manos alrededor de su cuello cerramos los ojos . Sentí algo que jamás había sentido de repente toda mi furia se evaporó

Escuchamos como la puerta se cerraba,  rápidamente nos separamos,  ambos estábamos rojos.

— Gracias John por la ayuda.

— No puedo dejar que ofendan a mi prometida -  sonrió.

— Bueno si tu lo dices -  el rojo empezaba a desaparecer.

— Nos vemos -  le di un beso es el cachete.

— Si adiós,  después arreglamos lo de la boda -  dijo en tono serio.

— Si tienes razón -  suspire.

Salió de mi casa,  la verdad empezaba a gustarme,  toque mis labios recordando aquel beso,   lastima que todo era una farsa.  Se supone que te casas por amor no  porque te obliguen,  bueno creo que este no  es mi caso.

Ya se estaba haciendo tarde,  revise todos mis pendientes,  también abrí mis redes sociales,  me llego la solicitud de un desconocido,  simplemente la acepte,  digo muchos me hablan por trabajo.

—Hola usted es la abogada ¿verdad?
— Si ¿necesita algo?.
— No, sólo le quiero decir que conmigo no se juega,  así que cuídese mucho la espalda.
—¿Peter?
— Tal vez si,  tal vez no.

Me desconecte rápido,  ahora me estaba amenazando,  ¿quien se cree?,  el no me compró como para que sea suya,  esta obsesionado conmigo y tan lindo que era al principio, quien  lo pensaría,  lo único que se es que de verdad debo cuidarme de él.