Speak//Larry Stylinson

T W O

 Esto debía ser una broma de mal gusto. Harry quedó atónito; abría y cerraba la boca constantemente intentando emitir al menos un sonido, pero no. Nada.

"Muchas personas tienen tu problema, no es nada de lo que tengas que avergonzarte. Di algo, no muerdo." Harry bajó la cabeza, se sentía verdaderamente inútil al no poder decir al menos una palabra.

"Harry, mírame. Sé que esta no es tu primera vez en un despacho de psicólogo". Pero no, Harry no se dignaba a levantar su cabeza, solo quería ser tragado por la tierra y aparecer mágicamente en su habitación.

"Niño, no eres el primer ser humano con problemas de posesividad e ira, habla". ¿Posesividad? ¿Ira? Harry no era posesivo, le gustaba compartir. Mucho menos un enojado violento. Él era más bien... Sumiso. En ese instante la secretaria del mayor entró.

"Señor Tomlinson, Collin Raymonds llegó".

"Déjalo entrar, Sarah". Su secretaria dejó entrar al despacho a un chico pecoso de cabello rojizo y pequeños ojos color café. Realmente parecía estar de malas por su expresión.

"Mira Harry, Collin no habla y sin embargo tiene el valor de entrar y escribir lo que deba decir si es necesario". El tal Collin dio un respingo y comenzó a reír.

"Señor Tomlinson, no sé de quien esté hablando. Pero yo puedo hablar". Louis se quedó estático ante la respuesta del chico. Y luego recordó algo.

"Cierto, mierda, cambié el horario de las citas. Ugh, siento mucho si te hice sentir obligado Harry. Collin, puedes venir dentro de una hora, ¿por favor?". Dijo el mayor, un poco exasperado.

"Claro, como si mí tiempo no fuese valioso. Como sea, Adiós" dijo cerrando la puerta estruendosamente

El mayor suspiró, colocando sus manos en su cadera y negando con la cabeza "De no ser por el dinero, juro que no atendería a ese chico. Es desesperante." Susurró. Harry se encogió en su lugar; se sentía incómodo.

Louis se giró hacia él, juntando sus manos en señal de arrepentimiento. Su boca parecía una fina línea en su atractivo rostro. "En serio lo siento Harry. Tenía planeado hacerte un par de pruebas. ¿No te molesta?" Harry negó, no le molestarían en tanto no tuvieran que ver con la escuela. El ojiazúl sonrió ante la respuesta afirmativa. "Bien, la primera es una típica prueba de manchas, tú sólo escribe lo que crees ver". Dijo.

 Y así fue como Harry completó una a una las pruebas. No eran difíciles y, además, Louis lo había reconfortado.

Y pensó que tal vez, esta vez, solo esta vez, sería diferente. Que lograría avanzar y hablar fluido. Sin temor a no ser escuchado.

Y así fue como Harry volvió a su casa, empapado y al borde de una bronquitis, pero lleno de esperanzas.

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Heya!

Si bueno, no es mi capítulo preferido, pero el que sigue tiene un hype que acojona

(Camila, 14 años, se cree española pero es más argentina que vos y que yo juntos)

Adiosh papus.