III

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Me cuesta enfocar al principio, luego observo a mi alrededor, estoy en una especie de bodega. Miro el rostro de la persona que tengo en frente. No es más que un adolescente, su rostro es pálido, su cabello es oscuro pero sus ojos son de un color azul intenso, tiene una sonrisa en sus labios, luego de un rato se sienta a mi lado y dice -"Si prometes no arañarme o escapar soltare tus manos, ¿Lo prometes?" asiento con la cabeza. El suelta mis amarras. Mientras yo masajeo mis muñecas, el me ofrece un paquete de galletas. Yo lo miro con algo de desconfianza, el  solo dice "Come, no estoy seguro cuando te traerán comida" noto en sus ojos algo de preocupación. Cojo las galletas y empiezo a comerlas, no tenía idea de lo hambrienta que estaba.

Aquel chico se sienta a mi lado, me observa por unos instantes. Luego me pregunta "¿Estas asustada?"  Lo observo un momento,  tratando de descifrar que será lo que se trae entre manos. -¿Debería estarlo? le digo. -No, no de mí, no te hare daño... pero no puedo decir lo mismo de los otros.-  Puedo notar que su rostro se ensombrece. El chico mira el piso y comienza a juguetear con sus cordones.

-¿Cómo te llamas? - Le pregunto después de pasar un rato en silencio, no sé por qué, pero algo en él hace que mi curiosidad comience a aflorar. -¿por qué quieres saber mi nombre?- parecía sorprendido por mi pregunta. -No sé, solo... me gustaría saber el nombre de mi captor- Lanzo una leve sonrisa después de un rato pensándolo el chico responde a mi pregunta. - John, puedes decirme John. - Bueno John, yo soy...- No alcance a decir la frase, él la completo por mí. -Blue. Se quién eres.- Después de esto se levantó e indico con su dedo unos bultos que había en una esquina.- Cúbrete con eso, la noche aquí es fría. - Luego se fue. 

Los días pasan, he perdido la noción del tiempo, ya ni siquiera sé cuándo es de día y cuando es de noche.

Siempre es lo mismo. El hombre de voz gruesa, quien según John se llama Marcus, viene a interrogarme. Pregunta por las cuentas bancarias de mi padre, claves, contraseñas de caja fuerte. Pero siempre obtiene las mismas respuestas. -"No lo sé" - y es la verdad, nunca me ha interesado el "negocio familiar" y a mi padre tampoco le preocupa, el solo quiere que yo sea feliz.

Por supuesto, mis respuestas no satisfacen a las preguntas de Marcus, quien me amenaza constantemente, dice que si no me mata a mí, terminara matando a mi padre y todos mis seres queridos. Sus amenazas surgen efecto en mi por unos instantes, pero luego recuerdo que mi padre tiene influencias y está protegido, igual que el resto de mi familia. Además, sé que no me queda mucho tiempo en este lugar, sé que mi padre me está buscando y no descansará hasta encontrarme, lo presiento. Papá me ama demasiado como para dejarme ir así de fácil y yo le amo también. No me daré por vencida.

Después de unas horas llega John, siempre con algo para que pueda comer y para que pueda entretenerme, está al tanto de mi hiperactividad, asique es él el encargado de mantenerme ocupada. Últimamente me trae juegos de mesa, como el scrable, solemos pasar horas jugando en silencio -Algo bstante difícil para mí-  y cuando nos aburrimos, nos contamos nuestras vidas.

He aprendido a conocerlo bastante en este tiempo. Al inicio creía que quería convertirse en mi amigo solo para sacarme información, sospechaba de el a cada momento, pero ahora sé que no es así. 

Zapatillas secuestradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora