Catorce

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-Entonces-dije mientras masticaba un cacho de manzana- ¿que tienes pensado hacer?

- Antes de nada creo que debería de darte algún que otro poder, al menos para que puedas huir.

- ¿Qué?-pregunté incrédulo, ¿yo con poderes? Dios... en que mierda me estoy metiendo.

- Tampoco te ilusiones mucho, no eres como yo así que tendré que darte los poderes a la antigua usanza:inyectándolos.

- No jodas- exclamé irónicamente.

- Si, si, tu burlate. A ver cuanto aguantas sin gritar de dolor-dijo a la vez que se acercaba a un armario cerca de la cocina, sacando de él una jeringuilla.

- A ver,- suspiré con tono de suficiencia- ¿quien te crees que soy yo? Yo puedo con todo, de pequeño se me cayó una viga de veinte kilos en la pierna y ni me enteré...

No pude continuar con mi increíble historia de mis tiempos mozos porque ya estaba en el suelo retorciendome de dolor. Dolor extraño, que me recorrió toda la columna mientras sonaban de fondo las carcajadas de Laura.

Seguía en aquel suelo después de lo que me parecieron horas intentando levantarme sin éxito alguno.

- Venga, que te ayudo - dijo Laura tendiendome una mano-. Antes de que preguntes nada ya te lo explico yo que seguro que hasta hablar te va a doler.

>> A partir de ahora vas a tener alas, y no me interrumpas que te lo tengo que explicar todo bien - comenzó a hablar Laura mientras me tumbaba en el sofá -. Estas alas además de hacerte volar te dan el poder de la invisibilidad porque claro, que un humano normal y corriente vea a otro parecido volando pues como que no.

Laura se levantó y, dando un suave toque con el talón en el suelo hizo que, prácticamente de la nada, le aparecieran dos alas bastante pobladas de plumas negras y azules creando así una mezcla increíble entre ambos colores.

- Que se te quite esa cara de gilipollas- dijo timidamente, mirando al suelo- las alas de mi hermana eran muchísimo más grandes y negras, mas negras que el carbón con unas plumas increíblemente suaves. Eran muy bonitas...-exclamó en casi un susurro.

- Tranquila, la encontraremos- dije en un amago de darle esperanzas - los dos, al fin y al cabo fue parte importante en la vida de ambos, aunque yo no la recuerde.

- Cierto- dijo sonriendo-. Y ahora, ¡veamos tus alas!- exclamó, cambiado así de tema.

Me levante del sofá y me coloqué en la parte mas amplia del salón, esperando a que Laura me diera explicaciones sobre lo que tenia que hacer.

- Vale, lo único que tienes que hacer es relajarte y buscar un gesto que recuerdes fácilmente para llamar a tus alas y hacer que salgan. No es muy complicado.

¿No es complicado? No poco, y seguro que tendré que hacer que parezca natural.

- Pues no se ni como relajarme ni que gesto buscar - dije, con voz derrotada mientras me rascaba el culo, recolocandome el calzoncillo- podría hacer como que peino el pelo con los dedos o como que miro la hora, ¿no?

- Creo que eso no va a hacer falta -dijo Laura conteniendo la risa-. Esto te pasa por guarro.

- ¿Que dices?

Ya no hacia falta que me lo explicara. Me acababa de rascar el culo, gesto totalmente válido. Noté como mi piel se rasgaba, provocandome un picor extraño, mezclado con un dolor perfectamente soportable. De mi espalda resurgieron dos alas blancas, largas y de plumaje algo áspero. Comencé a moverlas para intentar verlas mejor hasta que logré desplegarlas viendo así cuan largas eran.

- ¡Guau! -exclamó Laura, atónita, con los ojos bien abiertos- . Es increíble como, de una rascada de culo, te hayan salido tales alas. Es la primera vez que veo en un antihumano alas blancas.

- ¿Antihumano,yo?

- Hombre, claro, aunque mas que antihumano eres algo así como un semi-antihumano. No tienes todos los poderes pero poco a poco te los iré dando, tranquilo.

- Vuelvo a repetir: me estoy metiendo en un lío muy grande.

- No te lamentes ahora, ya no hay vuelta atrás - dijo Laura, mirando su reloj- y ahora que tienes alas, vamos a nuestra próxima parada: Steshaile.

-¿Donde esta eso?

- Bajo tierra, a muchos kilómetros de aquí. Lugar de los antihumanos.

- Pues está mas logrado el nombre del sitio que el nombre de vuestra raza en sí.

- Ya- dijo Laura riendo- misterios de la vida.

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Vale, después de mucho tiempo, nuevo capítulo y cada vez se van liando mas las cosas xD. Espero que os haya gustado (?)

¡Hasta el próximo capitulo! :3

Mientras no digas nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora