De postre un error

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Me quedé sonrojada mirando para él... Bajé las escaleras y mi padre me "presentó" a los invitados.

Papá: Karen cariño mira, ellos son Carmen y Joaquín, nuestros amigos y él es su hijo...

Karen: Alex, sí ya nos conocemos...

Papá: ¿Ah si?

Alex: Nos conocimos esta tarde, estaban en la piscina de Ali y me invitaron.

Joaquín: Pues que casualidad tan fortuíta ¿no?

Yo no lo habría descrito como una casualidad agradable; no me hacía mucha gracia pasar una noche de verano con un chico tan guapo de 16 años y además yo tan arreglada... No justo ahora que tenía novio...

Nos sentamos a cenar, mi madre había preparado un jugoso pavo al horno y una ensalada para acompañar. Al acabar de cenar ayudé a mi madre a recoger la mesa y después me senté otra vez con Alex...

Mamá: Hija ¿por qué no le enseñas el jardín a Alex?

Karen: ¿Te apetece ir a ver el jardín?

Alex: Claro, vamos.

La verdad era bastante grande nuestro jardín, le encantó la piscina y nos tumbamos en las amacas.

Alex: Está preciosa la noche...

Karen: Ya, ojalá fueran así todas las noches...

Alex: Por cierto, estás guapísima con ese vestido.

Karen: Gracias, tú también estás muy guapo.

Alex: ¿Qué cosas verdad? Esta tarde apenas nos conocíamos y ahora estamos aquí bajo las estrellas.

Alex se levantó de su amaca y se puso sobre mí, apoyando sus musculosos brazos en la amaca para no hacerme daño, me estaba poniendo muy nerviosa... Me comenzó a decir lo guapa que estaba y lo que me deseaba; ¿y a él quién no lo iba a desear?

Se quitó la camisa y me acarició sobre la cadera introduciendo sus manos por debajo de mi vestido, se me acercó y justo en ese momento reaccioné; moví mi cuerpo hacia atrás y empujé el suyo hacia delante, lo aparté de mi. Me acordé de Isma, me eché a llorar, a poco más Alex me convierte en su postre...

Karen: Mira Alex eres muy guapo y tienes un cuerpazo, pero lo siento mucho, a mi me gusta otro chico y es mi novio...

Alex: Lo... Lo siento.

Karen: No pasa nada supongo... Me voy para mi habitación...

Subí a casa y pasé por la cocina para ir a la habitación, les comuniqué que me iba para mi habitación ya que me dolía la cabeza (alguna excusa había que poner), mi padre no se molestó y me dio un vaso de agua con un medicamento para la cabeza, subí a la habitación y tiré el medicamento y el agua por el desagüe de la villa del baño y me acosté a dormir...

Amarte me cuesta la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora