jeleanor ;; wylmite

S e i s ;

«¿Cuánto tiempo estaré esperando?
Para estar contigo otra vez.»

3 meses después

—La banda del momento The Jonas Brothers ya se encuentran listos para su gir- —apagó la tele y miró a su novia.

Pasó su brazo por sus hombros atrayéndola a su costado dejando un casto beso en su cabeza.

—Eleanor... —susurró.

—¿Cuánto tiempo tengo que esperar? —preguntó ella, sin mirarlo.

—¿A qué te refieres? —preguntó confundido.

—Para estar contigo otra vez, ¿cuánto tengo que esperar? —volvió a preguntar.

Se separó de ella y la obligó a voltear a verlo; rozó sus labios con los de ella sonriendo.

—Ven conmigo —soltó sin apartar sus bocas.

—¿Qu-qué? —preguntó sorprendida alejándose.

—Lo que oíste; vente conmigo de gira —sonrió.

—Yo... yo no creo que sea lo correcto —negó con la cabeza.

—Por favor Eleanor —le suplicó tomando sus manos.

Se quedó callada pensando en la propuesta que le hacía; sería lindo recorrer todo el mundo junto con tu pareja, pero no podía dejar las clases tiradas, ni a su familia y amigos. Soltó un suspiro y lo miró a los ojos; el pelinegro esperaba ansiosamente la respuesta de su novia.

«Voy a decirte que te amo
De la mejor manera que pueda.»

—Por favor, llámame, no olvides —le susurró en oído abrazándolo mas fuerte.

—Te amo, cariño —contestó besándola en la frente.

—También te amo —contestó separándose de él y besándolo como si su vida dependiera de aquella acción.

Quería decirle de la mejor manera posible cuanto lo ama pero tendría que esperar hasta que regresara.

«No puedo estar un día sin ti aquí
Tú eres la luz que hace que mi oscuridad desaparezca.»

—Te extraño —fue las palabras del pelinegro apenas contestaba el teléfono.
—Joe, apenas va un día —soltó una pequeña risa guardando sus libros en el casillero.

—Yo siento que es una eternidad —pudo jurar que hizo un puchero.

—Bebé tienes que estar feliz por tus fans —se recargó en su casillero y saludo a una chica que pasaba.

—Necesito que estés aquí, eres esa luz que hace que mi oscuridad desaparezca.

—Vamos cariño, prometo que muy pronto nos veremos —contestó.

—¿Por qué te amo tanto? —preguntó de repente soltando un suspiro.

La ojiavellanas sintió sus mejillas arder tras la pregunta que su novio había hecho.

—Yo también me pregunto eso cada vez que me veo al espejo —mordió sus labios para no soltar la risa.

—Oh vaya, yo que quería ser romántico y tu matas el momento.

Sin aguantar más, soltó la risa contagiando al pelinegro.

—Lo siento amor —habló intentando controlar su respiración.

—¡5 MINUTOS JOE! —Eleanor escuchó que le gritaban a Joe y soltó un suspiro.

—Tengo que... —le interrumpió.
—Lo sé —susurró.

—Hablamos mañana, te amo.

—Igual yo, adiós —colgó el teléfono y se encaminó a la salida; este iba hacer un mes muy largo.