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«Cuando me miras a los ojos
Y me dices que me amas
Todo está bien
Cuando estás aquí a mi lado.»



4 años después

¿Estás cien por ciento seguro de esto Adam? —le preguntó por quinta vez su hermano mayor.

Estoy muy seguro Kevin —sonrió soltando un suspiro —; no hay nada que deseé más que pasar el resto de mi vida con Eleanor.

Siempre decías que el primero en casarse antes que , sería Nick y mira —señaló a su al rededor donde cientos de fotos de Joe y Ele adornaban las paredes —; eres el que esta dando este gran paso.

El pelinegro miró igualmente a su alrededor sonriendo feliz por el trabajo. Había rentado un restaurante en Milán para llevar acabo la pedida de mano, con ayuda de sus amigos y fans.

Creo que ya terminamos aquí —habló Joe mirando todo con orgullo . Regresemos al hotel antes de que nuestras mujeres se pongan como locas.

Oh peor aun —contestó el su hermano saliendo del lugar —; sigan hablando de tantas cosas como si no hubiera un mañana.

El pelinegro soltó una risa ante la cara que puso Kevin y se montaron en el carro rumbo al hotel donde se hospedaban.

*****

¿Dónde se encontraban? —preguntó la castaña apenas escuchó la puerta de la habitación abrirse.

¿Cómo sabes que somos nosotros? —preguntó el pelinegro acercándose a ellas.

Sus risas se escuchan hasta en China seguramente —comentó Danielle, la esposa de Kevin, sonriendo.

Nos van a contestar la pregunta —preguntó la castaña comiendo un poco de pastel.

Alguien aquí sigue con sus antojos —le riñó con diversión Joe, dejándole un casto beso en los labios.

No es mi culpa que tu hijo siempre me pida comida —le señaló con la cuchara frunciendo el ceño.

Recuerdo cuando Dani estaba embarazada —empezó hablar el Kevin —; igual que tú, le echaba la culpa de sus antojos a Alena —soltó una risa.

Kevin, Danielle, mañana los quiero formales para ya saben qué —les guiñó un ojo y ellos asintieron.

¿Mañana que habrá o qué? —preguntó Eleanor con la boca llena.

Eso cariño —pellizcó la punta de su nariz —, es una sorpresa.
No es justo —se cruzó de brazos dejando el plato en la mesita.

Nosotros ya nos vamos a descansar, adiós —se despidió la pareja saliendo de la habitación.

Tú y yo tenemos que hacer lo mismo —se levantó del sofá ayudando a la castaña.

Yo quiero saber sobre esa sorpresa —lloriqueó pataleando.

Dios, espero que el bebé no se parezca a ti —susurró ganándose un golpe de parte de ella.

Si se parece a ti; seguro estará igual de idiota —comentó sacándole la lengua.

¿Auch? Eso dolió —se llevó la mano al pecho haciendo un mohín.

Ya vámonos a dormir —besó cortamente sus labios.

Entraron a la habitación y se cambiaron de ropa, acostándose en la cama y tapándose.

Cuando me miras a los ojos y me dices que me amas —empezó hablar él, sonriendo, mirándola a los ojos —; todo está bien porque estás aquí a mi lado y es lo único que necesito para seguir viviendo.

Te amo Joe —susurró ella sin apartar la vista de sus ojos.

También te amo Eleanor —le besó lentamente —, y a ti también te amo, bebé —se agachó hasta estar a la altura de su vientre y dejó un beso en ella.

Mañana daría ese gran paso; solo esperaba que la castaña de ojos lindos aceptara.

jeleanor ;; wylmiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora