Capítulo 2

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- Con más cuidado, ¡Héctor, cuidado!- Lidia se queja, aunque también puedo escuchar lo divertida que está, también puedo sentir como el chocolate se esparce sobre mis dedos, tratando de darle una frutilla con chocolate- Estoy toda manchada.

- Soy un poco salvaje, va en mi naturaleza- chupo mis dedos, me quito lo que cubre mis ojos lo que al parecer era un pañuelo y beso a la que va a ser la madre de mi hija.

- Sentí una patada, en estas semanas en especial- refunfuña

- Esta sanita, ¿te imaginas si fuera futbolista?

- Prefiero que sea sanita- su hermosa risa me contagia- Ahora nosotras queremos felicitarte que pasaste tu quinto año, bueno te queda poco pero no sabes lo orgullosas que estamos de tenerte a nuestro lado.

Junto las manos con Lidia. La quería de una forma inexplicable , ya que a pesar de que aún no terminaba mis estudios de medicina y los momentos difíciles que requería este, ella siempre me mostraba lo alegre y divertido de cada día. Con esto también podía recordar como reaccionaron mis suegros con respecto a su embarazo, lo tomaron con calma o por lo menos mi suegra sí.

- Héctor, tengo mucho antojo de helado y si sigo así, mi padre dice que voy a parecer una pelota andante- Lidia pone su mano en su vientre

- No mucho helado, come más fruta y verduras

- No es fácil, pero lo intentaré por Diana

- ¿Diana? Yo pensé que se llamaría como tu madre

- Me gusta Diana Isidora

- No es malo, lo pensaré- toco en vientre de Lidia con cariño- ¿Te quieres llamar Diana?

- Diana Isidora, deja de patear a tu madre que le haces daño.

- Y se futbolista- le sonrío a Lidia- Te faltó decirle eso.

De alguna forma estaba de acuerdo con el nombre que había pensado Lidia, pero también deseaba que se llamara de una forma más "fuerte", que cuando oyeran su nombre ya supieran con quien estaban tratando.

- Estaba viendo algunos arriendos de departamentos y traje las cotizaciones- Lidia me mira esperanzada.

- Sabes lo que pienso, no quiero arrendar, quiero algo nuestro y para eso tengo que terminar la carrera. Sé que te complica ahora, pero también quiero hacerlo por mi cuenta, por mi familia- resoplo- También quería saber si te falta algo que te haya pedido el médico. 

- Esta todo normal, gracias a Dios.

- Tengo que volver al escritorio, me quedan dos exámenes finales y termino- cuando trato de pararme, ella me detiene.

- No te exijas tanto- y me suelta.

- Lo prometo

Eso era todo lo que podía hacer ahora, estudiar.




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