Entre tanta gente
Nuestros ojos se encontraban.
Analizandonos lentamente
Y sonreí.
Y eso bastó
Para acercarnos y dejarnos llevar
En un beso animal
Cargado de lujuria.
Me encendió por dentro
Con la intensidad
De un fuego abrasador.
Y nos despedimos
Como buenos desconocidos
Que jamás se volverían a ver.