Siento el invierno envolver cada musculo de mi cuerpo
Siempre llegando de improvisto, como una ráfaga de viento
Amo las temporadas de narices frías y café caliente
La estación de los abrazos fuertes y las manos enguantadas.
Gotas de lluvia mojando los paraguas transeúntes
Extraño el calor de tus manos sosteniendo las mías.
Te ruego que no te enojes, esos momentos jamás se olvidan.
Se que somos extraños ahora y que nada tiene sentido
Que el tiempo borró nuestras marcas y cada uno siguió su camino
Me inclino cansada de todo este lío.
El invierno no me gusta más, porque ya no estas conmigo.
Soy una juvenil que vive del pasado, se alimenta de recuerdos
Sigo viviendo tu toque en mi piel, atrapada en el tiempo.
Inspirada por el castigo de quererte, adicta al vicio de recordarte
Y maldita por no querer olvidarte.
Amo el invierno, porque me recuerda a nosotros
Odio el invierno, porque me recuerda a ti.