Tampoco soy la chica del momento

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No soy la chica del momento. Ni tampoco aspiro a convertirme en la próxima it girl de Instagram. Ni en la del movimiento altermundista o antiglobalización. Es más, mi contribución a incrementar el material visual colgado en Internet, hasta el momento se reduce a subir los retratos que figuran en mis fotos de perfil tanto de Wattpad como de alguna que otra página de contactos. Me he hecho algún que otro selfie, incluso fotos íntimas o de contenido sexual, pero por lo que yo sé estas fotografías siguen guardadas en la tarjeta de memoria del móvil. Y en cuanto a mi aportación a la lucha contra la globalización liberal no es mucho mayor que mi contribución a aumentar la brecha entre el material audiovisual y el material textual subido a la red. De hecho, se limita a colocar el cursor sobre el botón sugerido por algún movimiento activista y cliquear, como no sin razón nos echa en cara el autor de "El desengaño de Internet" y "La locura del solucionismo tecnológico", Evgeny Morozov, a los millones de individuos que como yo hemos llegado a ser tan ingenuos como para creer aunque fuese sólo durante un breve intervalo de tiempo que con un gesto tan sencillo e insignificante como cliquear contribuiríamos aunque fuese de una manera modesta tanto al cambio social como a subvertir el orden establecido. Vamos, que mi existencia hasta ahora no se ha caracterizado precisamente por un  profundo compromiso con la justicia social. Y aunque he gritado "Killing in the Name" junto a miles de personas y Zach de la Rocha en uno de esos multitudinarios festivales de verano, ni siquiera reúno los requisitos necesarios para ser fichada como antisistema por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y mucho menos para convertirme en la futura candidata a reemplazar a Naomi Klein como it girl del movimiento altermundista. Lejos de ello y de mis pretensiones, dadas mis escasas posibilidades de convertirme en la nueva gurú de los perroflautas y pijoprogres, únicamente podría aspirar, con cierta esperanza de lograr mi objetivo, a aparecer en la próxima portada de Interviu si tuviese la inmensa fortuna de acostarme con un deportista de élite, con alguno de esos futbolistas que aunque no jueguen en el Barcelona o en el Madrid son lo suficientemente conocidos como para que esa prestigiosa revista española de información estuviese interesada, si no por mis opiniones sobre la globalización liberal, sí por mi desnudo integral.

Ni indie ni hipster ni la chica del momento  #PGP2016 #ECAwards #SCH2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora