<<Los mortales hablan de Dios para disimular su locura. Nuestros extravíos tendrán excusa mientras nos ocupemos de El. ¿Dios? Una demencia admitida, oficial. >> Afirmó un tal Emilio Miguel Cioran el siglo pasado. Y no le faltaba razón a aquel controvertido filósofo rumano. De hecho, la fe sigue sin ser incluida en el catálogo de trastornos mentales del manual diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría. Ni en los catálogos de otros manuales de referencia de esta especialidad. Y eso que en el catálogo de desórdenes mentales del DSM figuran como tales comportamientos aparentemente tan poco alarmantes e irracionales comparados con quienes siguen a rajatabla los preceptos de una fe como la fe católica o la fe judía que el sentido común nos insta a dudar tanto de los criterios como del sano juicio o la honorabilidad de quienes propusieron contemplar como enfermedades mentales lo que no podemos considerar desvaríos ni trastornos psiquiátricos si nos parece lógico que alguien pueda esperar cosas tan demenciales como la segunda venida de Jesús o crea razonable y necesario algo tan insensato como que un niño deba ser circuncidado incluso siendo éste ya un cadáver. A no ser que nos traiga sin cuidado nuestra falta de coherencia. Obviamente.
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Ni indie ni hipster ni la chica del momento #PGP2016 #ECAwards #SCH2016
Kurgu OlmayanRecopilación de textos de no ficción que incluye desde breves disertaciones sobre cuestiones tan dispares como las labioplastias, el BDSM o el pornoterrorismo hasta reflexiones sobre mi registro en una popular página de contactos online.