Hellsing: La Condesa y su Rey...

Especial 1.- Y te vi...

~Normal~

Hace 6 años...

Era una noche lluviosa la cual parecía no iba a parar hasta ver los nuevos rayos del sol de la mañana siguiente y, por consiguiente, las puertas de la preciosa estructura no se abrirían más que para sacar la basura. Ya eras las 6 de la tarde y el sol comenzó a esconderse por el horizonte avisando que las luces debían de comenzar a encenderse.

El joven Hellsing, con apenas un año frente de la organización, estaba golpeando sus dedos de forma rítmica en el escritorio y mirando unos papeles de los nuevos informes del despistado de William y unos mucho más decentes del joven Gerard, quien le ayudaba en todo lo necesario a saber dentro de los movimientos de los caballeros protestantes.

De pronto el timbre de la casa sonó extrañando a los unos 3 dentro de la mansión. Gerard, inmerso en las cámaras del centro de investigación debajo de la creación arquitectónica se sintió curioso por saber quién tocaba la puerta, pues la imagen de la cámara solo dejaba ver un vacío, es decir, no se captaba nada pero el timbre había sido tocado por algo.

Mientras el viejo mayordomo se acercaba a abrir, el joven dirigente se acercaba a la puerta motivado por la misma curiosidad que atosigaba a su joven subordinado pero llego más rápido que el anterior mencionado por lo que cuando se abrió la puerta y miro como su mayordomo abría y dejaba entrar a quien sabe quién sin cuidado se abalanzo contra el "intruso" haciendo que este cayera empapando la entrada aún más de lo que lo habían hecho sus pies.

Las catanas encerraban en una "X" el cuello del chico, haciendo pasar algo de saliva, que había ido a pedir ayuda a la mansión, Vlad aún estaba sobre él pero quedo un segundo hipnotizado por aquellas perlas azules tan hermosas y brillosas que le miraban con miedo y a la vez suplicando ayuda, el antiguo católico reacciono 5 segundos después de haber desconfiado de su mayordomo y se levantó quitando el peligroso filo y enfundándolo donde debía de estar mientras le daba la espalda al actor, mejor dicho, ex actor.

Trato de actuar normal ante el repentino movimiento del dueño de la mansión pero le pareció excesivo su comportamiento, solo iba a pedir ayuda para convertirse en un honorable vampiro pero eso no evitaba que siguiera en su mente aquel par de vórtices que absorbían todo su ser recreándolo en un intenso color morado... ese violeta de los ojos del Hellsing se había quedado impregnado en cada rincón de la memoria del nosferatu haciéndolo temblar y que su corazón diera un pequeño salto al momento.

Un incómodo silencio lleno el vestíbulo hasta que uno de los dos decidió romperlo.

- ¿Qué haces aquí? -dijo el Hellsing a la defensiva dándole toda la espalda.

- Perdona -dijo algo apenado el antiguo actor bajando el rostro, el sonido de su voz había causado cierto temblor dentro de su ser pero no dejo que nadie lo viera, era algo que antes nunca antes había sentido - es que no sabía a quién acudir.

- ¿No sabias? -dijo volviendo la mirada y su figura hacia la figura empapada que acababa de entrar- tomaste la sangre de mi abuelo, claro que sabes lo que haces...

- No quiero decir eso... bueno... es decir, quiero volverme fuerte pero no sé cómo y no quiero matar a nadie inocente -dijo explicando sus palabras, algo nervioso por la firmeza del dirigente y sin que su mente cuadrara palabra ya que esos firmes hombros le intimidaban.

- Eres un estúpido, uno sabe hacerse fuerte cuando quiere hacerse fuerte -afirmo frio y duro, remarcando el "quiere" con firme voz y dando algunos pasos hacia el espectador- el querer es poder y veo que tú no eres más que un pobre diablo arrepintiéndose de sus actos... ¿Qué acaso no pensaste que pasaría al volverte vampiro?