Capítulo 11.- No te lo perdonare...

402 33 24
                                    

~Omnipresente~

William corría por los pasillos como loco y buscando el rastro de Victoria e Ian. Su mente solo estaba pensando en encontrarlos a tiempo sumado al otro pensamiento que invocaba a Alucard para que trajese a Gerard hasta el lugar.

Justo cuando ya sentía el mínimo rastro del aroma a su lado apareció Gerard y tras de sí había un vórtice de color rojo y negro que pronto se cerró apenas el cuerpo del humano piso tierra.

No se necesito más que una mirada para que el joven castaño entendiera que tenía que seguir a su compañero. El Alfa siguió corriendo seguido por el otro hasta que llegaron a la salida pero el gusto de ver a Jean y Claude no les duró ni un segundo ya que una serie de explosiones comenzaron a destrozar la tierra frente a ellos pero sin lograr matarlos pero, gracias a ello, "los perfumistas" lograron despirtarlos y escapar de sus garras.

- ¡¡Maldita sea!! -se quejó el lobo apenas se disipo el polvo y tierra. Su rostro se encontraba manchado de sangre ya que la explosión le ocasionó alguna heridas.

- calmate William... ya no podemos hacer nada... -gimoteo el humano levantándose del suelo dado que la fuerza de la bomba lo había tirado.

- ¡¿Qué?! -volteó a verlo con sus perlas grises pero estas mostraban una furia descontrolada sumadas a la tierra y sangre que estaban adheridas a su piel.

- que ya no podemos hacer nada... Ya se fueron... -suspiró desanimado- ¿Y el jefe? -preguntó segundos después de aceptar que les habían ganado.

- esta adentro... peleando con... -entonces el lobo volteó a verlo- esta peleando con dos cadáveres de nigromante.

Mientras tanto...

Y la última estocada se enterró en el abdomen del asiático mientras la otra espada atravesaba el cuello de la joven. El dolor era insoportable pero ambos sabían que ya estaba en sus límites... Vlad ya no era tan grácil como siempre...

- ¿Por qué no terminas rápido? -dijo Atshushi mientras sentía el filo del acero cortar sus entrañas.

- porque son mi última carta hacia Jean... pero sólo necesito a uno... -entonces y de un rápido movimiento le cortó la cabeza a Kaori sólo para después dejar caer sobre su cuerpo una pequeña tela que tenía grabado el sello Crowell.

- con esto no será revivida o regenerada por ese demonio y tu... -tomó su espada cortando ambos brazos de un movimiento rápido y certero- no quiero que hagas nada o te cortare tanto y tan lento que pediras que te sadomise sólo para sentir algo menos doloroso...

- maldita sea... -se quejó el otro más molesto por el hecho de que la haya ganado que por haber perdido parte de su cuerpo.

~Seras Victoria~

Su mirada tan roja... tan roja y aquellos pequeños rasgos negros que invitaban a perderse en su interior... ese día no entendía nada.

Mi equipo completo fue asesinado y yo corría como idiota, ahora que lo recuerdo me da nostalgia, la primera vez que vi a ese vampiro apuntar un arma sin temblar y momentos después de un sonido ensordecedor su alimentos hundía en mi cuello junto a sus colmillos...

La luz de la Luna...

La oscuridad de su cabello...

La indiferencia de Íntegra al inicio para que después terminaremos muy unidas...

El miedo que tenía cada que veía una gota de sangre... No... No era miedo de la sangre... si no miedo de mi misma
..

Aquel inicio que nunca tendrá final...

Hellsing: La Condesa y su Rey...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora