Capítulo 13.- Oh mierda...

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Los dos seres sobrenaturales estaban sonriendo de manera siniestra. Y justo cuando iban a darse un golpe más se escuchó en la puerta una potente voz que les detenía en un grito desgarrador. Ambos voltearon y miraron a quien detenía su combate.

Alucard no demostró ni un ápice de sentimiento o dolor al ver a Victoria parada ahí, con sus ojos dorados con destellos rojos y llena de heridas y sangre sumado a que sus dos manos eran tentáculos alargados.

- Querida -respondió Beqa- ya estas usando tu nuevo cuerpo.

- Si, y me encanta... tengo la sangre de Alucard, de esa idiota y de varias vidas poderosas y fuertes más...

- ¿Qué le hiciste a Victoria? -pregunto serio Alucard.

- Jódete. -respondió aquel ser con el cuerpo de la dráculina.

- Contigo y varios humanos podremos abrir la puerta a casi cualquier demonio... ¿No, Lilith?

Y al escuchar eso Alucard levantó sus dos armas contra los dos demonios sin dudar y empezó a disparar a Lilith y Beqa respectivamente. Las balas volaban por la habitación mientras los cuerpos eran acribillados pero al parecer esto no sirvió, al levantar la vista después de tanto disparo el nosferatu miro cada bala a menos de un milímetro frente a los dos demonios. Como si su camino se hubiese detenido ahí.

- ¿Eso fue un arrebato sentimental? -dijo el odioso demonio cruzando los brazos.

- ¿Por qué Lilith tiene el cuerpo de Seras? -dijo seco y serio.

- Pues... -comenzó la rubia- no se si sabrás pero nuestra carga energética es demasiado pesada para un humano común y corriente y en sí para permanecer mucho tiempo en el plano terrenal.

- Los demonios sabíamos que había híbridos que podrían servirnos para abrir las puertas demoníacas y tomar un cuerpo material en el que nos pudiésemos mover -tomó la palabra Beqa- sólo tuvimos que hacer que el híbrido más poderoso y el único que de verdad tenia el poder de crear esclavos para si mismo descuidara un poco a uno de ellos, gracias a la batalla que tuviste con Lilith en la que tomo un poco de tu sangre ahora teníamos como liberar su alma de su servidumbre...

- Cuando liberamos su alma del sello que habían impuesto tuvimos que hacer que tu dráculina abriera todas sus restricciones y solo te diré que es muy manipulable, cuando el sello ya solo se limitaba a estar en su alma tuvimos que sacrificar la mitad de la fuerza de Lucifer y Beqa para poder romperlo... Pero no te preocupes, gracias a varios ritos que hace Jean la recuperarán muy pronto.

Y al terminar Alucard simplemente bajo sus armas. Eso obligó a los dos demonios a sorprenderse por un segundo pero pronto sus rostros cambiaron ya que en ese instante el nosferatu abrió sus restricciones hasta la primera, dejando su poder demoníaco inundar la habitación.

Obscuridad y ojos rojos comenzaron a cubrir a los demonios. Escondiendo esos extraños y casi insulsos "sentimientos" hacia su dráculina y su drácul.

Los demonios rápidamente actuaron y comenzaron a también desprender esa energía pesada, esa que no te deja respirar y hace que sientas miedo hasta del aire. Lilith en el cuerpo de Victoria comenzaba a golpear con poderío y rapidez el cuerpo de Alucard que estaba alargado, una parte estaba contra atacando a la demonio y la otra intercambiaba golpes con el demonio de extraña procedencia.

Mientras tanto...

Su cuerpo ya sangraba y en su rostro se veía desesperación... mientras que el demonio frente a él tenía una pequeña gota de sangre que corría de un corte de su frente y ahora estaba en su mentón amenazando con manchar el perfecto traje que ahora no era tan perfecto pues ya tenia las marcas de la pelea.

Hellsing: La Condesa y su Rey...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora