Hellsing: La Condesa y su Rey...

Capítulo 2.- Yo... no..

Escrito y editado por Wendy Coca.

Personajes Alucard, Serás Victoria, Íntegra Hellsing, Walter, Artur Hellsing y demás que aparecieron en la obra "Hellsing" son propiedad de Kouta Hirano y asociados.

Fanfic sin fines de lucro, hecho sólo para entretener

Si de casualidad... me vez llorando un poco... es porque yo te quiero a ti...

~Normal~

Susurra en mi oído las palabras que me hacen estremecer sólo con tu voz...

La tarde había acabado y ya era de noche, a pesar de la insistencia de Victoria, Alucard se quedó en la mansión. La dráculina quería ir a saludar a Gerard, a William, a Nowaki y a la manada de lobos de la que ya se había hecho amiga.

Decidió no molestar más y se fue sola, convertida en una sombra, llegó en poco tiempo al bosque donde estaba aquella manada. La recibieron gustosos mientras algunos llamaban al alfa, quien apenas acababa la misión encomendada por el Hellsing.

— ¡Hey, Seras!

— Hola William, pensé que estarías en la mansión.

— Tengo que venir a revisar que todo esté bien aquí, la protección Hellsing no lo es todo.

— Claro, eres el jefe —sonrió dulcemente a la vez que se acercaba, todos estaban en pequeños grupos comiendo la caza de hoy. Nowaki al poco tiempo salió recibiendo con los brazos abiertos a la Draculina.

— ¡Hace tiempo que no vienes por aquí, es un gusto! —dijo apretujando a la inmortal.

— Igualmente Nowaki —espeto por el abrazo.

— ¿Quieres comer algo o en que te podemos ayudar? — interrogó el alfa con las manos en la cintura.

— Sólo venía a saludar y ver como estaban aunque veo que...

Y sus palabras fueron interrumpidas por un trío de niños que llegaron corriendo y derribaron de una tacleada al lobo alfa.

— ¡Donatiel, Hiroki, Natasha!, ¡Ya les he dicho que no tiren a su padre de esa forma! —regaño Nowaki a los niños.

— ¿Padre? —pregunto Victoria al mirarle.

Pronto el alfa se levantó persiguiendo a los pequeños de no más de 6 años, uno de los niños se colgaba de la espalda del alfa, con cabello castaño y ojos grisáceos, era la viva imagen del padre de William, el otro pequeño estaba corriendo jalando de la mano a su hermana, ambos con cabello negro como la noche, mientras que el niño tenía unos ojos grisáceos con destellos verdes, la pequeña tenía unos ojos completamente verde esmeralda... brillantes y únicos y de cabello largo y lacio.

— ¡Me los voy a comer! —vociferando persiguió a los pequeños el gran lobo mientras su esposa le miraba riendo.

— ¿No te parecen tiernos? —dijo Nowaki encantada por la situación.

— No creí que William fuera tan pronto padre —Nowaki río ante el comentario y de un leve aullido mandó a llamar a los cachorros los cuales acudieron en poco tiempo dejando a su padre despeinado y tirado por ahí.

— Niños, ella es una vieja amiga, se llama Victoria Seras, presentense.

Los niños le miraron sonriendo y formándose, desde la mayor hasta el más pequeño.

— Yo soy Natasha Dorantes y tengo 6 años —dijo dulcemente mirando a la dráculina.

— ¡Y yo soy Donatiel Dorantes! —hablo hiperactivo el niño de cabello negro— también tengo 6 años y soy el lobo Beta.