Erza

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- Ara, ara, la lacrima está sonando – anunció Mira desde la barra, corriendo para alcanzar el celular - deben ser los chicos.

Mira contestó y se sentó en el banco de una mesa para dejar que los demás vieran sobre su hombro. Un corro de personas se formó alrededor de ella pero lo único que pudieron ver en la pantalla era una nariz, muy muy de cerca.

- ¿Cómo se usa ésta cosa? – oyeron decír a Natsu al otro lado del celular.

- ¡Apartate! – exclamó Lucy y le arrebató la lacrima - ¡Mira-chan! – dijo Lucy sonriendo mientras acomodaba el celular a una distancia adecuada para poder ver.

Junto a Mira aparecieron también los rostros de Jellal, Wendy, Juvia y Charle.

- Chicos ¿cómo están? – dijo Wendy.

- Estamos bien... sólo tenemos unos cuantos problemas – dijo Lucy con una gotita de sudor. Les contó el problema con el barco y que no podrían llegar hasta el lunes.

- Entiendo – dijo Jellal con expresión derrotada – supongo que entonces Erza tampoco vendrá ahora...

- Etto... - dijo Lucy nerviosa – no, no podrá. Me comentó sobre la cita, en verdad lo lamenta mucho... - dijo la rubia rascándose la cabeza con nerviosismo.

- ¿Puedo hablar con ella? – preguntó Jellal.

- Ehhhh, emm, etto... yo no creo que sea una buena idea... - dijo Lucy. En ese instante, Natsu y Happy le arrebataron el celular a Lucy.

- Hola a todos – dijo Natsu alegre acercandose demasiado a la pantalla.

- Charleeeeee - gimio Happy quitándole el aparato a Natsu - te extraño muchooooo – La gata sólo sonrió con nerviosismo. Natsu volvió a quitarle el teléfono a Happy.

- Erza está rara – dijo con voz seria – creo que tiene algo que ver con los efectos secundarios que tiene esa flor que nos mandó a buscar Porlyushka – dijo Natsu con el ceño fruncido.

Al fondo se escuchaban unos sollozos y los gemidos de alguien que luchaba por escapar. Entonces por encima del hombro de Natsu pudieron ver a Erza, abrazada a Gray, sollozando.

- Erza, no, suéltame...Dejame...respirar...

- Pero...necesito cariño – decía Erza mientras se abrazaba a Gray y restregaba su rostro contra las mejillas de Gray.

Al ver la cara de los que estaban en el celular, Natsu se giró y pudo ver la misma imagen.

Jellal por su parte sintió una oleada de calor en su estomago, se levantó del asiento para marcharse.

- Jellal-san, espera - gritó Mira y lo tomó de la manga.

- Oye, Jellal, no es lo que crees... – dijo Gray acercándose a la lacrima con Erza montada en su espalda. Jellal se detuvo y miró de reojo hacia la pantalla del celular. Al ver a Erza encaramada en Gray bufó molesto y se dio la vuelta para irse del gremio.

- ¡Gray-sama! – exclamó Juvia molesta acercandose también a la lacrima – ¿Qué cree que esta haciendo abrazando a otras mujeres?

- Eres una rata – le espetó Natsu a Gray al otro lado de la pantalla.

- ¡Tu cállate! – le soltó Gray, mientras luchaba por escapar de los brazos de Erza.

- ...Y ahora me calla, Gray-sama. ¿Qué ocurre con usted? – dijo Juvia ofendida.

- No, eso no era contigo... - dijo Gray nervioso.

- ¿Jellal? ¿Dónde estás Jellal? - Sollozaba Erza. Gray luchaba por soltarse. Juvia se quejaba y le reclamaba a través de la lacrima a Gray mientras Natsu se desternillaba de risa. Erza empezó a darle besitos en la mejilla a Gray.

- Gray, Gray – le dio un besito, Gray se puso rojo – Te quiero mucho, eres como mi hermanito menor...no, no, como una mascota, la que nunca tuve. Haz un truco, anda – decía Erza mientras lo abrazaba contra sus pechos.

- Suel...tame – trataba de respirar Gray. Juvia se levantó molesta al otro lado de la lacrima - Juvia... ¡espera! – dijo Gray tomando la lacrima con sus manos.

- Ya se fue... - dijo Mira con una gotita de sudor – Ara, ara, esta misión es más difícil de lo que pensé – Mira miró a Wendy y ambas soltaron una risita nerviosa.

Lucy les arrebató el celular – Mira-chan – dijo Lucy negando con la cabeza – avísale a Porlyushka que no llegaremos en un rato, que trate al Maestro con lo que tenga.

- Haiii – dijo Mira con una sonrisa – Mantenlos controlados, ¿si? – dijo Mira guiñando un ojo.

- Lo intentaré – suspiró Lucy y colgó la llamada.

Mientras tanto en la isla, ya había anochecido. Habían puesto la flor en una bolsa y la colgaron de un árbol, lejos del alcance de Erza que ahora había pasado de ser un mar de llanto a ser la "amorosa" y ahora hablaba sola. Se había tumbado en una manta sobre la arena y contaba estrellas una y otra vez mientras hablaba con un "Jellal" imaginario.

- Ahora sí se volvió loca – dijo Natsu mirándola mientras cruzaba los brazos.

- Aye - dijo Happy mientras apilaba un poco de leña.

Habían armado un campamento improvisado. Dejaron a Erza tumbada en la orilla. Natsu sacó dos bolsas de dormir y le dio una a Lucy. Gray colgó una hamaca entre dos palmeras. El cielo estrellado era impresionante, a pesar de todo, aquel lugar era precioso.

Atrapados en ParaisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora