-¡Ashley! –saluda mi madrastra al verme. Me dio un beso en la mejilla, dejándome marca de pintalabios.
Aguanté mis ganas de hacer una mueca de asco y sonreí forzadamente.
-¿Querías algo? –pregunté, evitando mirar al chico rubio.
Ella sonrió aún más, dejando a la vista su brillante dentadura blanca.
-¡Oh, claro! Como eres nueva en la ciudad y no conoces a nadie, quería presentarte a Axel. Es un amigo de la familia desde hace años.
Me giré hacia él y sonreí, como si no nos conociéramos de nada.
-Encantada de conocerte, Axel –saludé, dándole dos besos.
-Lo mismo digo, Ashley.
Mi padre le agarró la mano a Liana y sonrió.
-Axel, ¿por qué no le enseñas el lugar a mi hija? –preguntó.
No tenia ni la mas minima intencion de ir a dar una vuelta con el por un lugar que no conocia y esperaba.
-Claro, señor –aceptó él-. Nos vemos luego, ha sido un placer.
-Lo mismo digo.
No podía reclamarle nada delante de mi madrastra, así que simplemente asentí y esperé a que nos alejáramos un poco de ellos.
Lo miré de reojo.
-¿Axel? ¿Es enserio? Tienes nombre de desodorante –contesté divertida.
Él puso los ojos en blanco, aun así sonrió.
-Como digas, chica borde –dijo restándole importancia-. Supongo que no conoces este sitio, ¿quieres ir a algún sitio en especial?
-¿Estar lejos de ti cuenta como sitio especial?-le miré con burla
-¿Puedes dejar de ser tan borde por un momento?
Sonreí de lado. No era tan idiota como yo creía. Además, no tenía nada mejor que hacer.
-En ese caso, sorpréndeme, chico con nombre de desodorante.
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¡Mi vida es un caos!
Teen FictionMañana es el día en que mi vida cambiará radicalmente; mi padre se casa, otra vez. Desde que ocurrió lo de mamá nunca lo he visto así de feliz. Y todo gracias a esa mujer, Liana. Pero el problema no es ella, es su hijo, mi futuro hermanastro, Leo. ...