CAPITULO 7

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El resto de la fiesta pasó tranquila y, por fin, volvimos a casa. Aunque no volví a ver a Axel, el numerito que montó Victoria al enterarse que Leo sí tenía novia me alegró lo que quedaba de fiesta.

Aquella noche no pude dormir, ya que me quedé en casa de Chloe. Ella, aparte de ser mi mejor amiga, era la novia de mi hermanastro. Sí, el imbécil de mi hermanastro está saliendo con mi mejor amiga. Repulsivo.

-Y dime, ¿algo interesante? –preguntó ella con cara pícara- ¿conociste a algún chico guapo?

-No –contesté yo, casi automáticamente. La imagen de Axel corriendo hacia el bosque cruzó por mente-. Bueno, sí –añadí-. Se llama Axel. No es que sea un modelo de Calvin Klein, pero no me lo saco de la cabeza.

Un brillo de entusiasmo cruzó por la animada mirada de mi amiga.

-¡Ooh! ¡Mi pequeña Ash enamorada! –gritó riendo, con un inmenso entusiasmo.

-¡No estoy enamorada! –repliqué rápidamente- Simplemente me pareció muy interesante, solo es eso.

Miré a mi amiga seriamente, ya que no quería seguir hablando del tema, pero ella simplemente soltó una fuerte carcajada.

-Desde luego que debe ser alguien muy interesante –dijo remarcando la palabra «muy»-, no sueles pillarte por ningún chico.

-No estoy pillada por él –solté, más firme de lo que quería.

Para mi sorpresa, ella no dijo ningún otro comentario.

-¿Y cómo esta Leo? No lo veo desde hace días.

Automáticamente me tensé.

Me estaba preguntando por Leo. Su novio. Novio el cual la había engañado. Pero la pregunta es... ¿debería decírselo o no?

Al ver la extrañada mirada de Chloe decidí optar solo esta vez por la mentira.

No tenía por qué saberlo hoy mismo, ¿no?

-Bien, supongo. Ya sabes que no me llevo especialmente bien con él –respondí cautelosamente. No quería cagarla antes de tiempo.

-Sí, lo sé. Pero estuviste en la fiesta, y él también... -murmuró, mirándome con duda

-Sí, pero tú sabes estuve por Axel y no por él –contesté, maldiciéndome al instante por volver al tema de Axel.

Aunque, sinceramente, prefería que me diera la lata con Axel antes que verla llorando por los estúpidos de Victoria y Leo.

-Con que que no era tan importante, ¿eh? -movió las cejas de abajo arriba repetidamente.

En otras circunstancias habría soltado una carcajada, pero me sentía demasiado culpable como para reírme ahora mismo.

-Más o menos.

-Sí, lo que tú digas –dijo ella, restándole importancia-. Por suerte, tengo una sorpresa.

Miré extrañada como sacaba algo marrón de su bolso. Un pote marrón.

¿El regalo era un pote de caca?

-¡NUTELLA! –chillé al instante que ella me mostró aquella delicia- ¡DIOS, TE ADORO, MI QUERIDA AMIGA!

Me llené la boca de aquella delicia.

Por si no lo habéis notado, me fascina la Nutella. Es mi energía de vida. Mi sentido de vida. Mi meta para...

Chloe interrumpió mis pensamientos con una carcajada.

¡Mi vida es un caos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora