El regreso

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Esa noche soñé en la misma escena una y otra vez, cuando Teresa se acercaba a mi oreja y me susurraba la misma frase "eres la elegida". A la décima vez que soñé eso me desperté sobresaltada, sudando. Me levanté de la cama y me fui a dar una ducha, cuando terminé me vestí, me bajé al salón y les dejé una nota a mis padres que decía: os recuerdo que me he ido a dormir a casa de mi amiga y no volveré hasta mañana por la noche.
Esta vez no cogí bolsa, ya que sabía que iba a comer allí.
Salí hacia el bosque sobre las diez de la mañana, atravesé como siempre el pueblo hasta llegar al claro, crucé las vallas y avancé por aquel pasillo de árboles hasta llegar a El Bosque donde empezé a buscar a Silvia y a Luke.
Como Silvia me había dicho que su habilidad era el tiro con arco fui hacia el campo de tiro, y ahí la encontré con su arco y una flecha cargada, su diana estaba a unos treinta metros de ella, esperó unos dos segundos más y disparó, dió en todo el blanco. Se giró para dejar el arco y al hacerlo me vió.
-He, hola-me saludó-has venido.
-¿Por qué no iba a venir?-dije extrañada.
-No sé, no se te veía muy convencida de querer volver, parecías-hizo una breve pausa-asustada.
-Yo no estaba asustada- repliqué.
-Lo que tú digas, bueno vamos a buscar a Luke para empezar.
-Vamos.
Empezamos a caminar por todo El Bosque en busca de Luke. Miramos en todos los campos de entrenamiento, en el comedor, en las casas, hasta que fuimos a la enfermería donde le encontramos con una chica pelirroja que llevaba el pelo recogido en una coleta y ojos marrones, estaba herida y no paraba de moverse, parecía estar poseída ahunque ella lo intentaba controlar, Luke y tres curanderos intentaban atarla a la cama, cuando lo consiguieron uno de los curanderos le inyectó un líquido en el brazo, al momento la chica paró de moverse.
Luke resoplando se sentó. Yo me quedé quieta con los ojos abiertos como platos.
-¿Qué ha pasado?- preguntó Silvia dirigiendose hacia la chica pelirroja.
-Estaba entrenando en el bosque y la atacaron un grupo de los de La sombra- aclaró Luke.
-¿Quiénes son los de La Sombra?- pregunté.
-Son un grupo de personas que viven por el pueblo que intentan apropiarse de El Bosque, tienen una especie de magia negra, que solo afecta a los seleccionados, pero nosotros tenemos una cura que conseguimos apartir de la savia del Árbol Mayor.-dijo Luke.
-¿Cómo?- pregunté hecha un lío.
-Luke, acuerdate que no la has enseñado el Árbol Mayor, la condición era que pasara las pruebas.
-No, eso me da igual, yo quiero saber qué es eso de la magia negra.-dije furiosa.
-La magia negra es un poder que tienen las personas que forman parte del grupo de La Sombra, lo consiguieron a partir de un ritual, a cambio, ellos deben apropiarse de El Bosque, pero tienen un plazo el cual termina este año, pero mientras el Árbol Mayor siga en pie no pueden hacer nada, ya que la savia que tiene es curativa a si que todo a lo que disparan dentro de El Bosque se regenera al instante, solo hay que sacarla a la hora en el que atacan a los seleccionados.-me explicó Luke.
-Osea que ahora mismo estáis en una guerra, ¿no?
-No, la guerra está por llegar, por eso te necesitamos, si pasas las pruebas, claro.-aclaró Luke.
-¿Cómo?- volví a preguntar sorprendida- eso de que me tenía que enfrentar a unos magos que usan magia negra no entraba en el trato.
-Si eres la elegida no tendrías que preocuparte, tienes todas las habilidades, eres casi invencible.
-Si fuera la elegida, tú mismo has dicho que debo pasar las pruebas para comprobarlo, además, acabas de decirme que sería "casi" invencible.
-¿Nos vas a dejar tirados?- preguntó Silvia con tristeza.
Miré a Silvia, su agradable sonrisa había desaparecido, Luke seguía sentado en la silla con una mano en la cara, preocupado, los curanderos que habían estado todo el rato observando la conversación eran dos chicos y una chica, uno de los chicos era fuerte con el pelo castaño, con una parte rapada mientras que el otro chico era delgado de pelo negro, largo y de ojos azules, la chica era alta, tenía el pelo negro, largo y los ojos marrones, la chica pelirroja seguía en la cama tumbada.
-Tengo que pensarlo.
Salí de la enfermería y me puse a correr hacia el interior de el bosque, cuando entré avancé entre los árboles hasta que me encontré con una pared de enredaderas, bajé el ritmo y me acerqué a ella, con una mano aparté la enredaderas y entré. Me encontré con un lago lleno de nenúfares, donde en medio había un enorme árbol de hojas muy verdes donde descansaba una familia de pájaros.
Sentí una fuerza que me llevaba hacia el árbol, como el lago no era demasiado profundo me quité las botas y me dirigí hacia la pequeña isla, el lago tenía todo tipo de plantas y animales dentro, cuando llegué a la isla me fijé que había unas pequeñas grietas en el árbol, me acerqué a ellas, tenía una especie de luz verde que fluía por todas las grietas, en ese momento me supe que era el Árbol Mayor, y sentí que si ese árbol moría, un pedacito de mí también moriría, me senté apoyada en el Árbol Mayor y me quedé pensando en la escena de la enfermería.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora