Esa noche soñé que llegaba hasta el hueco del bosque, al llegar había muchas vallas para impedir el paso pero yo igualmente entré, y cuando iba a ver que había más allá de las vallas me desperté. Miré por la ventana, ya que era de día, a si que bajé a la cocina para desayunar algo, cuando bajé no vi a ninguno de mis padres a si que supuse que seguían durmiendo, desayuné y me fui al baño a darme una ducha y a cepillarme los dientes, cuando salí de la ducha mis padres seguían durmiendo, se escuchaban los ronquidos de mi padre, me fui a mi cuarto y me vestí pensando en ir a investigar el bosque, a si que me puse unos pantalones largos vaqueros una camiseta negra, una chaqueta vaquera de cuero marrón y unas botas altas, cogí una bolsa y bajé a la cocina a prepararme un bocata y coger una cantimplora de agua, les escribí una nota a mis padres que decía: voy a dar un paseo, a lo mejor no vuelvo para comer.
Volví a pasar por el sombrío pueblo hasta llegar al claro en el que había estado con la chica llamada Teresa y me empecé a aproximar al bosque, vi la misma abertura que vi en mi sueño, con las mismas vallas, eso hizo que tubiera aún más curiosidad y prisa por entrar asique empecé a correr hacia la abertura, salté las vallas y bajé el ritmo, había un pasillo entre los árboles que estaban tan juntos que parecían paredes, seguí caminando por aquel pasillo, según avanzaba escuchaba ruidos a mi alrededor, pero seguí avanzando y empecé a ver una luz al final del túnel, seguí avanzando cuando de la nada apareció un chico alto y fuerte de unos 17 años, de pelo castaño y revuelto, ojos azules e iba vestido con unos vaqueros y una camiseta azul del color de sus ojos con unas botas marrones.
-Hola Alaia, bienvenida a El Bosque, mi nombre es Luke.
-Espera ¿cómo sabes mi...?
-¿Que cómo sé tu nombre?- me interrumpió-tengo muchas cosas que explicarte, ¿a que cuando empezaste a acercarte a este pueblo desarrollaste, un gusto por los bosques y no podías parar de ver uno en concreto?
-Sí, pero ¿por qué?
-¿Antes no querrias ver lo que has estado ansiando tanto tiempo ver?
Asentí con la cabeza.
-Pues entonces, sígueme.
-Empezó a caminar hacia la luz y yo le seguí, y me extrañó que lo que acababa de pasar no me hubiera parecido raro.
Al pasar por la luz vi un gran claro con un montón de chicas y chicos de una edad parecida a la mía haciendo diferentes actividades como tiro con arco, lucha, escalada.
-Bienvenida a El Bosque, aquí estamos los seleccionados que como te ha pasado a ti notamos al acercarnos a este pueblo un extraño gusto por los bosques y en especial este- dijo señalando al suelo- pero tú eres diferente, tú eres la elegida.
-Espera, ¿qué?
-Sí eres la elegida.
-Yo no soy la elegida, llevo toda mi vida en la ciudad, vengo a este pueblo un día ¿y soy la elegida? Además, ¿cómo sabes que soy la elegida?
-Lo único que sabemos es que la elegida iba a tener una extraordinaria habilidad en todos los campos; inteligencia, lucha, puntería etc.
-Haber, es verdad que vengo de la ciudad y es verdad que me llamo Alaia pero no sabéis si tengo una extraordinaria habilidad en todos los campos como tú dices.
-Eso lo comprobaremos mañana.
-¿Mañana?, ¿y si no vuelvo?, además, ¿qué pasa con mis padres?
-Tus padres no serán molestia y créeme, volverás. Ahora, ¿quieres que te presente a la gente y te enseñe un poco El Bosque?
-Si no hay otra opción...
Empezamos a caminar hacia una especie de alto, de un salto él subió y me tendió la mano, yo la ignoré y subí sin ayuda.
-¡Atención todos!- gritó.
En el momento, la gente dejó de hacer lo que estaba haciendo y se dirigierom hacia donde estábamos.
-La chica que tengo a mi lado es Alaia, la elegida.
La gente empezó a murmurar.
-¡Silencio!, mañana vendrá a ver cuál es su habilidad, la acompañaré yo, pero necesitaría a otra persona más por si acaso, ¿alguien se presta voluntario?
Todo el mundo se calló, salvo una chica que llevaba el pelo negro recogido en una trenza de ojos verdes.
-Yo voy con ella- dijo mientras levantaba la mano y subía al alto.
-Bueno, pues muchas gracias, ya os podeis ir- dijo Luke dirigiéndose a la gente.
La gente volvió a sus respectivas actividades.
-Hola, mi nombre es Silvia- dijo tendiéndome la mano.
-Encantada-respondí estrechándose la mano.
-Bueno, pues vamos a enseñarte esto- dijo Luke.
Empezamos a caminar hasta topar con un gran edificio de madera.
-Esto es el comedor-señalo Luke- aquí cada grupo de personas con la misma habilidad comen en su mesa, nos turnamos para cocinar, cuando escuches una campana tendrás que venir aquí.
-¿Y esa mesa?- señalé una mesa vacía.
-Esa es la mesa de los sublimes.-dijo Silvia sin dejar hablar a Luke.
-¿Quiénes son los sublimes?- pregunté.
-Son unas extrañas personas-dijo guiñandome el ojo- que tienen todas las habilidades.
-¿Y se supone que yo soy una de esas extrañas personas?
-Aja- dijo Silvia asintiendo con la cabeza.
-Bueno, sigamos- intereumpió Luke.
Continuamos hasta llegar a un claro con varias casas, cada una decorada de una manera y con un simbolo en la puerta.
-Aquí están las casas donde dormimos, cada casa pertenece a una habilidad, esta es la de los arqueros y tiradores en general, los escaladores, los de la lucha cuerpo a cuerpo, los estrategas, los recolectores, los corredores, los curanderos y luego como pasa en el comedor, los sublimes.- indicó Luke señalando cada casa con el dedo- y esa es la enfermería.
-Ahora vamos a lo divertido- dijo Silvia mientras me cogía del brazo y salía corriendo.
Luke nos siguió corriendo por detrás.
-Esto es el campo de entrenamiento, aquí practicamos todas las habilidades, esta es el campo de tiro, la pared de escalada, la sala y simulador de estrategias, la arena de lucha, los curanderos practican en la enfermería, los corredores en el interior del bosque y los recolectores simplemente se van a cazar y a conseguir distintos frutos del bosque. Mi hablidad es el tiro con arco y mañana veremos la tuya.
-¿Cuál es la habilidad de Luke?- pregunté.
Luke tiene dos habilidades, él es estratega y luchador, es el que manda aquí.
-¿Entonces él es sublime?
-De cierto modo sí.
-¿Cómo que de cierto modo?
-Él solo tiene dos habilidades y se supone que los sublimes tienen todas. Por eso no come en la mesa de los sublimes, ni duerme en la casa de los sublimes, aparte de que se quedaría solo. Pero supongo que para hacerte compañía comerá y dormirá donde los sublimes.
El cielo compenzó a oscurecerse y empezaron a caer algunas gotas de lluvia.
-¡Ostras! Me tengo que ir a casa. Por cierto, ¿dónde está Luke?
-Habrá pasado cualquier cosa y habrá ido a solucionarlo. Adiós.
-Adiós.
Salí corriendo hacia mi casa, cuando iba a llegar a mi casa me giré notando que alguien me estaba obserbando y encontré a Teresa detrás del contenedor de basura. Fui acercándome y la encontré hecha una bola, con las piernas recogidas temblando.
-Uhm- me aclaré la garganta para llamar su atención. Miró hacia arriba. ¿Qué hacías espiándome?
-Nada.
La cogí de la capa y la levanté.
-¿Qué hacias espiándome?- dije cabreada.
Ella se acercó a mi oreja y me susurró
- Sé que eres la elegida.
Yo asustada la solté y me fui corriendo a mi casa mientras ella se reía, en cuanto entré en mi casa cerré la puerta, mis padres estaban en el salón, se levantaron y corrieron a abrazarme.
-Pensábamos que te había pasado algo- dijo mi madre mientras lloraba.
-Mamá estoy bien- dije apartándola- además creo que voy a hacer esto más veces, asi que tendreis que acostumbraros.
-Vale pero podrías haber dejado una nota o algo.
-Si lo hice.
Me dirigí a la mesa donde había dejado la nota, ya no estaba. Teresa.
-Tienes razón mamá- dije para no llamar la atención de mis padres.
-Bueno, vamos a cenar, que seguramente tengas mucha hambre.
En ese momento me dí cuenta que no me había tomado el bocata que me había preparado.
-Sí, porfavor.
Nos fuimos al comedor y empezamos a cenar.
-He conocido a una chica, ¿me puedo quedar a dormir a su casa mañana?- dije para poderme quedar todo el día en el bosque.
-Pero si no conocemos a sus padres.
-Mamá porfavor, me va a presentar a gente del pueblo.-insinstí.
-No.
-¿Qué quieres que me quede encerrada en mi cuarto y no salga?
-Está bien, puedes ir.
-¡Gracias!
Me levanté, la dí un beso, le dí otro a mi padre y me subí a mi cuarto.

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La Elegida
Viễn tưởngAlaia una chica de ciudad es obligada por sus padres a un pequeño pueblo en medio de la nada, pero acaba siendo menos aburrido de lo que parecía. (menuda mierda de descripción).