2. La humedad me pone los pelos de punta. (Emma)

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Mi padre estaba de vuelta en el Instituto. Hablando con mi profesora. Según ella, no era una niña fácil. Pues claro que no lo era, era dislexica y tenía TDAH. Era bastante difícil de controlar eso.
Fue entonces que me di cuenta de que Terry estaba escondido detrás de un árbol en el parque en frente. Sin que mi padre me viera, me acerqué lentamente hacia Terry y, como de normal, le pille por sorpresa en ese momento.
"Emma, hemos de irnos." Me dijo este, un poco impacientado.
Afirmé con la cabeza. Entendía que debía ir ya al campamento mestizo, pero no podía cuando mi padre estaba en medio de una conversación con mi mala profesora. Yo llevaba un año sabiendo mi "origen". Me enteré hacia dos años, pero al campamento sólo había ido una vez, el año pasado. En ese entonces ya sabía que era hija de Afrodita, la diosa del amor y la belleza. Conocí a mis hermanos y hermanas semidioses, me encantó la verdad, ya que no tenía hermanos ni hermanas en casa.
"Lo sé Terry, dame dos segundos." Le dije a mi sátiro.
Me acerqué a mi padre y tire de su camisa, como lo que hacia cuando era pequeña.
"Discúlpanos un momento." Le dijo a la profesora, que me miró como si quisiera asesinarme.
Le sonreí a la mujer y lleve a mi padre al parque para que no nos pudiera oír la profesora. Le conté que me había de marchar ya, y aunque con pena, pareció entenderme. Me besó la frente y me dijo que viajará segura, le dijo a Terry que vigilará que llegará bien y sana y este se lo prometió.
"Hasta el final del verano cariño." Me dijo mi padre. "No pierdas contacto."
Le sonreí y el se fue a hablar con la profesora de nuevo. Terry se fue a su motocicleta y me subí detrás de él.
"Iremos por la costa. Hemos de ir al jardín botánico un momento." Me dijo Terry.
Suspiré de mal humor y empezamos a movernos. Odiaba el jardín botánico, la humedad me estropeaba el pelo, y aunque no soy la típica chica pija, sigo siendo hija de Afrodita, así que me molesta destrozarme el pelo. Es inevitable.

El jardín botánico era gigante, a Terry le encantaba. Decía que le recordaba a su familia y a Pan, el dios de la naturaleza que había muerto unos veranos atrás.
El sátiro bajo de la moto y entró. Comprobó que todo estuviera en su sitio y ordenado. Yo, mientrastanto, admiraba la belleza de algunas flores, algunas eran preciosas. Nunca me atreví a coger una, Terry se volvería loco y me dejaría plantada en medio de la carretera, pero más de una vez me había sentido tentada a cogerlas.
"Todo está perfecto." Me dijo, dirigiéndose hacia la salida. "Vamos, que ahora mi prioridad es llevarte a ti al campamento lo más rápido posible."
Se detuvo al ver mi pelo, pasaba cada vez.
"Me olvidé, lo siento." Me dijo Terry.
Me peiné con mis dedos y salimos de allí.
"Yo soy buena persona, pero como metas a otra hija o hijo de Afrodita en ese jardín, Afrodita misma bajará de Olimpo y te convertirá en confeti." Le dije, eso siempre lo ponía nervioso.
Le sonreí para decirle que era broma y nos pusimos de nuevo en marcha. El campamento nos esperaba, a saber que ocurriría este año.

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