Los Vicios De Lauren.

7. Desilusiones

Al llegar a casa puse el bolso en el perchero y le dije a Álvaro que se pusiese cómodo.
Fui a la cocina a por un poco de té frio.
-¿ Quieres algo de comer o de beber ?- le grito desde la cocina.
El viene a la cocina por no gritar.
-No, muchas gracias
- A mi no me engañas Álvaro. Dime, ¿que quieres de comer? Coge lo que quieras no tengas vergüenza.
El ruborizado abre la nevera y yo sonrío.
- Una pizza mismo.
- Vale, ahora mientras la preparo, en un cajón de la mesa hay de todo, saca 2 porros.
Meto la pizza en el horno y la dejo hacerse a 160°. ( Este chaval, esta muy bueno.) pienso. Dejo el té frio, en la nevera y cojo dos cervezas que llevo al salón.
- ¿ una cervecita? - le sonrío.
- Eso es jefa.- sonríe
- No me llames jefa, estamos fuera del horario laboral, ahora soy Lauren.
- Vale, Lauren.
Le paso un mechero y nos encendemos el canuto.
-hmm.. Que rico.
Sonrío.

( Narra Álvaro )

Estoy en la gloria, vaya porrazos tiene esta chica.. Esta tan, buena. Es perfecta, quien me diría que la chica por la que me moría en secundaria es mi jefa ahora. Tiene los pechos mas bonitos que se pueden observar, y unas curvas de escándalo..

*****
Nos terminamos la cerveza y el porro y nos pusimos ha hablar:
- Lauren, ¿te acuerdas de secundaria?- me pregunta.
Mi cara se vuelve seria. Cojo un cigarro y me lo enciendo.
- Si, me acuerdo perfectamente Álvaro, pero sinceramente no creía que fueses a acordarte. Después de que me dejases por Cloe, no volví a ser la misma, empecé a juntarme con otro tipo de gente, la cual me demostraron mucho más y teniendo mis pros y mis contras me aceptaron tal y como soy. Y cambié, cambié del todo.- con voz temblorosa.

Álvaro me levantó el rostro y miro mis ojos llorosos. Me besó, sus labios con los míos hacían una perfecta fusión. Sus labios eran tan carnosos y suaves y su lengua era fuerte, la cual viajaba en mi boca, buscando mi lengua. El beso mas sabroso, que me habían dado. Mi corazón dio un vuelco, sentía que se me iba a salir del pecho.
Dejo de besarme, y cuando me di cuenta de que me faltaban sus labios me abalancé sobre el y empecé a besarle apasionadamente. Mis libridos estaban por los aires. Me senté encima suya, sintiendo su miembro rozar con el mio y gimo débilmente. Sus manos apretaban mi cintura. Mientras me muevo hacia atrás y hacia delante, sintiendo como sube su erección. Estaba excitada y el también. Me quitó el corset, y mi sostén, y se llevó uno de mis pechos a su boca. Oía sus jadeos. Me quité de encima y me di la vuelta, el me quito la falda, me agarro las nalgas fuertemente y me beso una de ellas, toco mi vagina por encima de mi tanga y se dispuso a quitármelo. Yo me moría de ganas por tenerle entre mis piernas, y así pasó. Le levanté del sofá y subimos las escaleras en dirección a mi habitación. Le tiré a la cama, y le quite toda su ropa, vaya miembro.. Le quería dentro ya.
El me cogió y me tumbo en el medio de la cama matrimonial y empezó a lamer mi clítorix, una y otra vez y yo gemia alto, estaba muy cachonda. Metió un dedo inicial en mi vagina, mientras seguía lamiendo mi clítorix, metiendo el dedo una y otra vez luego fue sumando dedos, pero, el estaba tan excitado que no aguantaba las ganas de estar dentro de mi. Sujetó su pene, para introducirlo en mi vagina y besándome la introdució fuertemente. Me provocó un grito. Su pene entraba y salía una y otra vez y sus gemidos me ponían cada vez más cachonda. Y mis gemidos aumentaban la velocidad, a la vez que el aumentaba su velocidad de introducirse en mi. Llegue al orgasmo, soltando un gran gemido. Y el salió de mi, me dio la vuelta en la cama y me puso a cuatro patas. Empezó suavemente y yo estaba gozandolo y mucho. Subió la velocidad, me estaba dando duro. Gimiendo alto, apretaba entre mis manos las sábanas de la cama. Sus manos grandes, cogieron de mi cabello negro, y tiraron para atrás. Wow, llegaba al fondo. Cuando estaba a punto de llegar al segundo orgasmo, el salió de mi, corriendose en mis nalgas. Yo exhausta me tumbé en la cama. Cuando me di cuenta , Álvaro estaba quitando el semen de mis nalgas. Y yo me quedé dormida, en la gloria.

*****
Álvaro se puso los bóxers, y bajo a la cocina a por un poco de agua, y cuando se dió cuenta el horno seguía encendido, lo apagó y se bebió el vaso de agua, estaba seco.
Subió a la habitación y metió a Lauren en la cama, y el se metió con ella. Durmieron plácidamente toda la noche.