Escritos

12:25

Se han observado.

Se han observado durante tanto tiempo que sus actitudes se han combinado.

Sus miradas no han coincidido por el simple hecho del tiempo, uno observa en el día y el otro en la noche.

Se siguen observando pero ninguno sabe que el otro hace lo mismo.

Son cuidadosos con todo y a la vez con nada.

Todos saben de aquel juego menos los jugadores.

Eran tan diferentes y ahora hasta sus miradas son iguales.

Se siguen observando y lo que no querían que pasara sucedió.

Sus miradas se han encontrado y cuando eso pasa es porque buscan algo.

Mantienen el contacto visual, uno muy poderoso, tanto que sin querer se gritan un te quiero que sólo ellos escuchan porque se han conectado hasta el punto de comprender al otro por una simple mirada.

Se han observado durante mucho tiempo, en estos momentos lo hacen, y en un futuro lo seguirán haciendo porque se han enamorado de la mirada.

Se han enamorado del alma.