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"No me llames, no me escribas, no me veas, por favor no más.

Cada vez que tu nombre aparece en mi pantalla, algo dentro mío se rompe... estoy pronto a quebrar.

Tus cartas llegan a mi puerta y sobre una mesa están, intactas, casi serenas, sólo llenas de palabras que me harán llorar.

Siento tu vista cuando salgo de casa, siento como observas mi caminar, sin secretos me siento desnuda y eso te parece encantar.
Vete, por favor, no me hagas sufrir más, ya dañaste un corazón lo suficiente para que no pueda volver a amar.

Aléjate, desaparece, deja mi vida en paz, ver tu cara día día me destruye sin cesar.

No quería rimas, quería un relato, y hasta eso lograste dañar, en mi mente y cuerpo estuviste, es hora de hacerte marchar."

Y así concluía su nota, con sangre en su espaldar, ella había cortado sus venas y no en sentido horizontal.

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