Lección díez: Si vas a fingir asegurate de que sea creíble.

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No puedo decir que la situación con Alexis seguía tensa porque parece que nada pasó y es lo de siempre, cada uno por su lado. Admito que solo estuve al pendiente el fin de semana por si hacían mención a algo importante de otra forma, me la pasé en los dormitorios de las chicas.

Termino de meter mis libros y cierro mi casillero, me sobresalto al ver a Brian frente a mí con una sonrisa culpable.

Aprieto los labios, sin querer las palabras de Alexis resuenan en mi mente negándome a ver una perspectiva más allá.

—Hola cariño.

—Mi nombre es Cassidy —digo antes de empezar a caminar.

Él no se queda atrás, camina a mi lado y parece más seguro de sí mismo.

—Estas enojada, lo entiendo.

—No estoy enojada, solo es un mal día —me excuso.

—¿En serio? —asiento segura, ahora parece incómodo.

—Sobre el sábado...

—¿Qué pasó el sábado?

—Quedamos... en... ya sabes.

Abro la boca fingiendo estar sorprendida, luego me doy un golpecito en la frente.

—¡Qué tonta! —exclamo subiendo las escaleras para llegar a mi salón. —Lo olvidé, además ¿no hablas en serio, verdad?

Claro que no, por algo me dejo plantada. Su cara se descompone, realmente el no piensa hacer como que yo lo deje plantado, ¿verdad?

—De hecho si... pero no pude ir por eso pensé que estabas molesta por eso.

—Para nada —señalo mi salón y espero que lo entienda. —Debo irme, nos vemos.

Con agilidad sostiene mi muñeca, enarco una ceja expectante de su próximo movimiento.

—¿Podemos repetirlo?

—No hay nada que repetir —le dejo claro, hace una mueca y vuelve a sonreír.

—Claro, entonces nos vemos luego.

Le dedico una sonrisa a boca cerrada, incomodo da un paso atrás y luego se aleja.

Cuando lo pierdo de vista, alzo la mirada al letrero que tiene grabado "Idiomas I" esa clase es para los de primer año y no lo notó, camino justo del lado contrario ahora si entrando a mi salón donde Milán me espera con una sonrisa.

—Buenos días a la rubia más rubia de este lugar.

—Alguien amaneció de buen humor hoy, ¿cierto? —la saludo, dejando mis libros sobre el pupitre.

—Es que no sabes que paso en la competencia... —suspira soñadora, luego saca sus libretas. —Fue muy de película porque choque con un chico y le tire encima su botella de agua, terminamos limpiando su camisa y me invitó a quedarme con él.

》Es muy lindo, no te he hablado de él pero seguro ya has escuchado. No es alguien con quien tener una relación pero si donde tienes buenas citas y según las chicas, excelente besador.

Yo había salido de mi escuela huyendo básicamente de esto y es lo que más abunda por aquí.

—¿Y te gusta?

Ríe como si lo he dicho fuera una broma, la profesora entra, pero eso no evita que siga hablando.

—Él no es alguien con quien deberías prestarle más atención después de ese día.

—¿Cuál es su nombre? —susurro, prestando poca atención a la profesora pero siendo discreta.

—Lo conocen más por su apellido, Anderson.

Una lección de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora