«Era inútil intentar olvidarte».
Te habías clavado en mi pecho.
Te aferraste a mis huesos.
Te fundiste sobre mi piel.
Te arraigaste en mi mente.
Te imprimiste en mis ojos.
Sólo quedaba aguardar a que todo aquello se me pasara.
Nunca lo haría».
~Kaneki~
Estaba en el patio de la universidad leyendo un libro, intentando olvidarme del mundo que me rodea y de todo lo que está pasando, perdiéndome en cada palabra del libro, imaginando que ese es el mundo real y que yo estoy allí. Pero si tuviera que escribir una historia conmigo de protagonista, sería una tragedia.
—¿Puedo sentarme? —escuché esa voz que me resultaba familiar pero no llegaba a reconocer del todo. Levanté la cabeza para ver quién era.
—Tsukiyama-san... —pronuncié su nombre algo sorprendido, no me gustaba la presencia de ese hombre, era el gourmet del distrito 20.
—¿A ti también te gusta leer, Kaneki-kun? —preguntó sentándose en la mesa justo en frente de mí, estaba solo.
—S-sí —quería evitar hablar lo menos posible, no sé qué es capaz de hacer este hombre—. ¿Para qué vino aquí, Tsukiyama-san?
—¿Te sorprendería si te dijera que para verte a ti? —no me sorprendía tanto, pero estaba inquieto.
—¿A... mí?
—Es que desde que Kamishiro-san murió me siento muy sólo, no tengo a nadie con quien compartir mis gustos.
—¿Kamishiro Rize-san? —pregunté sobresaltado, ¿Rize y Tsukiyama se conocían?
—Sí, exacto. ¿La conociste? —yo asentí recordando el accidente —. Pues era la única persona con la que podía compartir mis gustos, hablar sobre libros... Ya sabes. Y sentí en ti la misma presencia que en Rize. Yo siempre he sido muy solitario sólo con mis libros, y sólo quiero a alguien con quien poder disfrutar —no me podía creer lo que oía, Tsukiyama-san es igual que yo.
—¿En serio?
—Sí, por eso mi sitio favorito son las bibliotecas, disfruto más allí que en ningún sitio.
—¿Por qué le gustan tanto las bibliotecas?
—Lo que me gusta de las bibliotecas no es la cantidad de libros que hay, tampoco el silencio. Sino pensar que centenares de personas han compartido miles de historias en el edificio, han dejado sus almas y penas, esperanzas y sueños en libros que quizá, luego han llegado a mí. Son libros viajeros, han ido a lugares que yo ni siquiera puedo imaginar, que han estado en victorias y derrotas que quedan lejos de mi conciencia, y que alguien ha traído de vuelta para que su próximo cuenta cuentos haga de él su propia teoría.
Por eso me gustan las bibliotecas —me quedé atónito con su respuesta, no me imaginaba que él era así.
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Querido mejor amigo
FanficYo sólo soy la chica que se enamoró de su mejor amigo. Nuestras miradas de complicidad... Nuestras bromas absurdas que sólo nosotros entendíamos... ¿Cómo no iba a suceder? Me enamoré de ti, mejor amigo. Me enamoré de ti, Kaneki Ken. Portada hecha po...