Nueve

395 52 6
                                    

El viaje había concluido hace unos minutos, en ese momento los chicos se estaban dirigiendo a un tipo de limusina que los esperaba afuera del aeropuerto para llevarlos a lo que sería su nueva casa. Estuvieron unas cuántas horas en el avión, las cuales les sirvieron para conocerse más los unos a los otros. Jade se dio cuenta que Harry es un chico muy tierno que sólo aparenta ser rudo, Perrie junto a Stacy inventaron un nombre para ellos, Jarry. Jesy pasó el rato con su novio Liam, ambos estuvieron abrazados en el sofá grande que había en la pequeña cafetería. Leigh junto a Niall vieron películas y se contaron chistes durante todo el viaje, ella se dio cuenta que, bajo esa actitud tímida, hay un chico muy divertido.

―Chicos, iremos a la organización y luego a su casa. El señor Benson quiere conocer a los iniciados ―les informó el conductor de la limusina.

―Está bien, Carl ―respondió Liam.

Niall, que estaba en el asiento pegado al del conductor, comenzó a presionar el botón que bajaba y subía la pequeña ventanilla que se usaba para hablar con el conductor. Jade, que estaba en el asiento de en frente, estaba con la mitad del cuerpo dentro de la maleta, hay una pequeña ventana la cual se sube y se baja igual que la de Niall. Ella la encontró y se dio cuenta que cabía ahí, por lo que metió la mitad del cuerpo, las chicas estaban intentando tirarla para que se volviera a sentar, pero Jade lo único que hacia era reír cuando los dedos de las chicas tocaban partes sensibles de su pequeño cuerpo.

―Jadey ―decía Perrie―, por favor sal de ahí.

―Niall, deja de presionar el botón ―exclama Liam tratando de que el rubio sacara el dedo del botón.

―Jade, ¿sabes que Harry te está mirando la trasero? ―le dijo Leigh, era medio mentira porque Harry, al igual que Liam, trataba de que Niall dejara el botón, pero igual miraba de reojo a Jade.

La morena salió al instante de la ventanilla y se sentó derecha con las mejillas completamente rojas. Niall, por su parte, seguía presionando el botón hasta que la ventanilla quedó trabada, dejó de hacerlo y comenzó a silbar mientras se acomodaba en su asiento.

―Llegamos, pequeños ―anunció Carl.

Todos soltaron un suspiro de alivio y bajaron rápidamente. Los nuevos se quedaron un instante admirando la gran instalación. Es enorme, con muchas ventanas y está arriba de un cerro por lo que tienen una vista privilegiada de la hermosa ciudad. Entraron a el gran edificio, todo es muy lindo y limpio, y hay muchas personas que caminan de aquí para allá saludando a los chicos.

―Vamos, chicos, la oficina del señor Benson está por acá ―dijo Stacy guiándolos.

Los llevó por demasiados pasillos diferentes, primero doblaban a la derecha luego a la izquierda, de nuevo a la izquierda y otra vez a la derecha, eso logró confundir a los chicos. En la entrada sólo hay un vestíbulo, pero se dieron cuenta que si atravesaban una de las puertas se encontrarían en un laberinto.

―Es aquí ―informó la castaña señalando una puerta.

La abrió sin tocar y entró seguida de los chicos.

―Buenos días, señor Benson ―saludaron todos menos Niall y Jade.

―¡Hola, niños! ¿Y los nuevos dónde están?

Los chicos se separaron dejando a la vista a los dos aludidos.

―Hola ―saludaron ambos tímidamente.

―¡Hola! Soy el señor Benson, me haré cargo de ustedes por un tiempo, les enseñaré a usar sus poderes adecuadamente y con precaución.

Al pasar los minutos, se dieron cuenta que el señor Benson es un hombre con mucha energía y que siempre sonríe. Debe estar pasando los cincuenta años pero no se le nota nada. Salieron de la oficina y comenzaron a caminar por el gran edificio guiados por el señor Benson, conocieron a muchas personas nuevas, unas más amables que otras; también les dieron unos mapas que los ayudaría a caminar por el edificio sin problema alguno, a no ser que sean como Niall y ocupen el mapa al revés. La instalación es un edificio que cuenta con doce pisos y, aparte de eso, hay un jardín botánico interior, y uno exterior. El exterior es el que más le gustó a Jade, porque es tranquilo y la vista es aun más hermosa que abajo. Las salas de entrenamiento estaban en el piso once y doce, por los grandes ventanales alcanzaron a ver a unas cuantas personas entrenando. Habían vigas, pesas, trotadoras, blancos, etc.

―Bien, chicos, mañana comenzaremos el entrenamiento. Pero primero iremos por Louis, deben empezar todos a la vez.

Supernatural [Jarry] [Little Direction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora