Día de San Valentín. One-Shot [SaruMi]

Capitulo Único.

Domingo 14 de febrero del presente año.

El fuerte sonido de la lluvia cayendo ha logrado invadir mis sueños, haciendo que abra mis ojos color ámbar. ¿Qué sentido tiene estar despierto?, Si realmente no hay nada por lo que valga la pena estarlo.
Ya casi se cumplen dos meses desde aquello, ese día realmente me sentí tan triste y miserable que salí corriendo en dirección a mi departamento, para no volver a salir jamás de aquí.
Últimamente me he estado poniendo muy delgado, esto es porque hace ya varios días que toda la comida que había se acabó, ya no queda absolutamente nada, sin embargo esto no me importa, solo quiero que un día, cuando vaya a dormir jamás vuelva a despertar.
Kusanagi-san, Anna y los demás han venido a mi departamento varias veces para ayudarme, sin embargo nunca abro la puerta, de hecho, creo recordar que hace unos días cuando vinieron a buscarme, Kusanagi-san estaba tan desesperado que tumbo la puerta del departamento y entro a buscarme. Yo estaba encerrado en mi habitación, y en cuanto escuche el sonido de la puerta caer me dirigí hacia mi armario para ocultarme entre toda la ropa desordenada, me buscaron en todos lados, incluso debajo de la cama, sin embargo se les olvido revisar entre la ropa. Después de un rato se rindieron y se fueron a quien sabe dónde, no sin antes haber reparado la puerta principal de mi departamento. Desde ese día no han vuelto a venir.
Desde hace unas semanas no he parado de recibir los mensajes de Saru pidiendo perdón por lo que hizo, jamás lo perdonare, ya que lo que él hizo fue lo que me destrozo por completo, aquello acabo totalmente conmigo, me hizo sentir tan miserable en frente de todos.

Lo odio... lo odio... lo odio... quiero morir... mátenme...por favor.

[Flash back]

Era un día hermoso, todas las personas estaban felices, todos estaba tan tranquilos y alegres, a excepción de todos las personas que se encontraban dentro de un bar. Una persona alta de cabellos azabaches y ojos azules acababa de abofetear a un chico pelirrojo de tez morena y hermosos ojos color ámbar.

-Vaya Misaki, que inútil de tu parte haber hecho esto enfrente de tanta gente, ¿es que acaso no te da vergüenza? -El azabache miraba con asco al pelirrojo que sostenía su mejilla con una de sus manos.

-S-Saru... yo p-pensé que...

-Cállate, al parecer pensaste mal... Que patético. -Decía el azul con un tono de voz frío y doloroso que no sólo hacía sentir mal al pelirrojo en frente de él, si no tan bien a todas las personas que se encontraban ahí observando.

-Fushimi-kun, es suficiente. -Ordenaba el antiguo rey azul, las palabras y acciones del azabache incluso le habían hecho sentir mal a él.

-Tsk, usted no se meta, esto no es de su incumbencia. - Después de decir esto dedico una mirada de odio al rojo y salió de aquel bar mientras todos los presentes lo miraban marcharse.

-Misaki... -Decía la pequeña albina mientras se acercaba a consolar al menor. -Tranquilo, tal vez fue demasiado repentino para Saruhiko que te confesaras de esa forma. Debes darle tiempo. - Las palabras de la niña eran tan suaves y dulces que podrían calmar a cualquier alma, excepto la de Misaki, él realmente no entendía por qué el menor tuvo ese tipo reacción, ¿no se supone que ambos se amaban? Si era así, ¿por qué el otro lo rechazo de esa forma? Puede que Saruhiko hubiese sentido un poco de pena por el hecho de que se le confesasen en medio de tanto gente, y para acabarla, que lo besaran, sin embargo esto no era razón alguna para golpearlo y decirle cosas hirientes.

Misaki se sentía tan miserable por aquello, las lágrimas empezaron a brotar de sus hermosos ojos y todos lo estaban observando, nadie decía nada. Kusanagi-san se acercó al menor para ayudarlo a levantarse y hacerlo sentir mejor, sin embargo cuando su mano se acercó al menor este la golpeó y salió corriendo a toda velocidad del lugar. Desde ese día había recibido muchos mensajes de parte de sus compañeros e incluso de los azules para que no se sintiese mal, sin embargo él pelirrojo ignoro todos y cada uno de ellos.