Capitulo Dieciocho:

209 9 0
                                    

Unos fuertes golpes sonaban en la puerta y ella no sabía ni si quiera donde se encontraba, Frank entró para decirle que ya era hora de ir a trabajar y que Harry la esperaba para desayunar y darle una sorpresa. 

Amy se vistió a toda prisa con uno de sus trajes chaqueta para ir a trabajar y se maquilló con un poco de color en las mejillas y bajó corriendo al comedor, y allí estaba él, sentado leyendo un periódico con un traje gris que le quedaba como si fuera su propia piel.

Harry levantó la mirada y le saludó con una sonrisa, ella también lo hizo y fue a sentarse cuando le preguntó.

- ¿No me piensas dar un beso? - hizo un puchero Harry -

- Si – se disculpó ella mientras se acercaba y le rozaba ligeramente los labios -

- ¿Cómo has dormido? - le preguntó el mientras sorbía el café -

- Perfectamente, no sabía ni donde estaba – sonrió ella -

- Tengo una sorpresa para ti. Ven, acompáñame fuera. - Él le cogió la mano y la guió hasta la entrada donde estaba el jardín y vio un coche descapotable de color negro -

- Es precioso, ya me darás una vuelta – le dio un leve empujón mientras sonreía -

- No has entendido la sorpresa, es un coche que no usaba que quiero que te quedes tu para ir y volver de trabajar. - dijo Harry como si le hubiera salvado la vida con aquel regalo, Amy cerró los ojos con fuerza y apretó los puños. Él no entendía porque estaba reaccionando así, era una excelente idea. Le acarició el brazo y ella se apartó rápidamente -

- ¿Qué es esto? ¿Me estás pagando por los servicios prestados? - preguntó ella realmente dolida - ¿Esta es tu forma de cuidarme bien? ¿Como si fuera una prostituta?

- No, no, no. Amy dios mío – le agarró de los hombros – No te lo tomes así, lo he hecho por ti, de verdad que coincidiera con lo que pasó ayer no tenía nada que ver... - intentaba explicarse pero Amy se estaba alejando para la casa sin prestarle la menor atención -

Harry se enfureció muchísimo al verla irse sin dejarle dar ninguna explicación, jamás ninguna chica se había marchado dejándole con la palabra en la boca. Fue hacia la casa de nuevo se bebió el café y se fue sin despedirse de nadie.

Amy dejo el coche donde se había quedado y decidió coger como hasta ahora el bus que la llevaría a trabajar. Las horas se le hicieron lentas, muy lentas. Casi no había trabajo y no podía parar de pensar en lo que había pasado esa mañana. ¿Y si se hubiera equivocado? ¿Habría hecho enfadar a Harry? ¿Habría sido muy tonta al tratarlo así? ¿O él de verdad creía que ella era una prostituta?

Trato de sacarse todas esas ideas de la cabeza y concentrase en el poco trabajo que había, pero no podía, Harry saliendo sin despedirse, Harry tratando de explicarle y ella gritándole, eran las únicas imágenes que le pasaron por la cabeza ese día. 

Cuando llego a casa no había ni rastro de Harry, estaba tan cansada que se fue a acostar sin cenar. Le costó mucho dormirse, ni siquiera pudo leer una de sus novelas, pues su cabeza trabajaba a mil por hora tratando de saber que estaba pasando entre ella y su marido.

Al despertar se giró para ver si había venido pero la cama estaba tal y como la dejo la noche pasada... No había dormido allí. Bajo corriendo con el camisón puesto mientras Grym contento por verla comenzó a correr también detrás de ella. Frank le gritó desde lejos que el desayuno hoy se serviría en el jardín... Así que fue hacia allí y se encontró a Harry vestido impecable y con el pelo un poco húmedo aún por la ducha. Él levantó la vista, la miro dos segundos y volvió a posarla en lo que estaba leyendo. Amy se enfadaba por minutos y pensó en dirigirse a él y darle una buena bofetada pero se lo pensó mejor...

Fue hasta el borde de la piscina y se puso las manos en la cara como si estuviera llorando, por el rabillo del ojo vio como él se acercaba.

- ¿Qué te pasa, pequeña? - le preguntó él tocándole el hombro por detrás -

- Nada – susurró ella mientras hacía como que lloraba -

- Vamos... ¡Dímelo! - le abrazó con mucha fuerza -

- Lo siento, siento todo lo de ayer. No debí haberme confundido... ¿Dónde has dormido? - le preguntó ella aún apoyada en su hombro -

- Yo también lo siento, quizás no fue el momento idóneo para regalarte ese coche pero llevaba un par de días pasando una revisión para que lo pudieras utilizar. Tengo a un amigo con un ático en el centro que me dejo quedarme a dormir... Pero no por ti, sino porque ayer acabamos una reunión a las doce de la noche... 

- ¿Si? ¿Y no pudiste avisar? - le dijo ella mirándole a los ojos y viendo como ella no estaba llorando – ¡¡Lo hiciste a propósito, tu limusina te hubiera llevado a las cuatro de la mañana si hiciera falta!! ¡¡Lo hiciste para preocuparme!! - gritó ella enfadada empujándole al agua de la piscina -

Amy comenzó a reírse desenfrenadamente viendo como Harry intentaba que su traje quedara lo menos mojado posible y se divirtió viendo las caras que ponía. 

- Ah!! Y para que sepas no te he pedido perdón porque lo sentía, lo hecho solo para ver que me decías. ¡NO SIENTO NADA DE AYER! Te comportaste como un niño de diez años. - Amy airada se giró para entrar de nuevo a la casa -

Harry la miró desde el agua, la guerra no había hecho más que comenzar... Que se preparara.

"En las Vegas" - Harry Styles y AmyWhere stories live. Discover now