Capitulo Diecinueve:

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Amy se vistió con prisa para ir a trabajar y mientras lo hacía, Harry entró en la habitación totalmente empapado y con el rostro enrojecido y lleno de furia, en dos zancadas llego hasta a ella y le cogió del brazo haciéndole que se girara para mirarla directamente a los ojos, su mirada que normalmente solía ser fría en esos momentos estaba helada, las pupilas estaban dilatadas y Amy pensó que su plan para saber donde había pasado la noche no era tan bueno como había previsto en un principio.

- ¿Qué haces? ¿Porque me has tirado a la piscina? Si querías saber donde había estado porque no puedes vivir sin mi ni un minuto solo deberías habérmelo preguntado. Es obvio que mi limusina me lleva a la hora que haga falta pero donde quiero situar el hotel es un lugar algo complicado y quedarme a dormir con este amigo podía ser la solución ya que es uno de mis mayores inversores y charlar con él después de la reunión me ha ido perfecto – finalizó el echando fuego por los ojos -

- Solo quería saber donde habías estado – es lo único que pudo articular Amy -

- Si, esa es una buena respuesta. ¿Pero no te das cuenta de que te has equivocado? El fin jamás justifica los medios. - susurró él mirándola fijamente -

- Suéltame – dijo Amy nerviosa por la mirada que le estaba dirigiendo Harry en esos momentos -

- No – murmuró mientras capturaba su boca con énfasis mientras sus manos acariciaban su espalda -

Amy respondió a ese beso con la misma voracidad mientras sus manos se hundían en el sedoso cabello de Harry, no podía pensar ni articular un no, solo quería que ese beso durara siempre. Harry la cogió en brazos colocando sus piernas a cada lado de su espalda mojándole. Su plan la había empapado a ella también, pero no le importo lo más mínimo mientras Harry la conducía a la cama y la tumbaba mientras ella intentaba quitarle la chaqueta y la camisa del traje como si no tuvieran tiempo, como si se fuera a acabar en ese momento. Gimió mientras Harry le daba besos en el cuello, su aliento caliente se impregnaba en cada poro de su piel y se derritió cuando volvió a capturar su boca salvajemente. 

- Mi trabajo – susurró Amy mientras le acariciaba el torso ya desnudo -

- Despídete de él, así te tendré siempre en mi cama cuando yo quiera – dijo él con firmeza mientras le quitaba el camisón de un tirón y le mordisqueaba un pezón –

- ¿Siempre? - sonó esperanzada Amy, pensando que le daba igual no tener trabajo si tuviera siempre a Harry a su lado, ¿Que pensamientos eran esos? Dos semanas, pensó para si misma -

Harry no contestó a esa pregunta y llenándole el pecho y la barriga de besos bajó hasta lo que hace un par de días jamás nadie había tocado y separándole los labios rozó su lengua y justo en ese momento Amy perdió la visión, el sentido y la cabeza y se dejo llevar sin esperar ninguna respuesta, solo quería que él la tomara pero no solo esa vez, sino siempre. Y con ese pensamiento se abandonó a los movimientos acompasados que Harry articulaba encima suyo mirándola fijamente, con posesión. Al llegar al clímax los dos cayeron rendidos y sin saber muy bien como se quedaron completamente dormidos. 

A las doce del mediodía se despertaron con los rayos de sol entrando por el balcón.

- Oh dios mío – gritó Amy - ¿Que hora es? Mierda…

- No lo sé – murmuró Harry tapándose con la almohada -

- Oh dios mío – volvió a repetir – Las doce y diez del mediodía. Estoy muerta. Me he quedado dos días dormida me van a despedir... - murmuró para si misma -

- Mejor, que te despidan – dijo Harry abriendo solo un ojo -

- Cállate, no me van a despedir, llamaré diciendo que estoy enferma o algo así – dijo Amy como si se le hubiera encendido una luz en su pequeña y rubia cabeza -

Bajando las escaleras de dos en dos vio a Grym durmiendo en medio del gran recibidor con la barriga boca arriba, sonrió para si misma. Siguió corriendo hasta llegar al teléfono y llamó esperando que se lo cogiera uno de sus jefes, pero nadie contestaba. Era extraño, así que volvió a probar. Sabía que ella no estaba allí para atender las llamadas pero siempre lo habían cogido aunque ella faltara. En su nuevo intento nadie contestó. Amy comenzó a pensar en el motivo y mil imágenes pasaron por su cabeza, imágenes que la asustaron, así que fue hacia arriba mientras Harry estaba en la ducha se vistió a toda prisa y cogiendo las llaves del coche que le había regalado se fue hacia su lugar de trabajo.

Cuando llegó allí el bufete estaba cerrado, se acercó hacia la puerta y vio que sus jefes estaban recogiendo las cosas, tocó la puerta para que le abrieran y al verla una mirada triste se posó en sus ojos. 

- ¿Que es lo que está pasando? - preguntó Amy totalmente desconcertada -

- Nos cierran el bufete Amy, quieren construir un nuevo hotel, y el que alquilaba este local ha aceptado el dinero que le han dado, bueno realmente toda la manzana ha aceptado el dinero que han dado para construirlo... Nos han dejado sin nada, no tenemos ningún otro local al que acudir... No sé que vamos a hacer... Lo siento pero si ni si quiera tenemos un nuevo local, tampoco tenemos ningún puesto para ti – murmuró sin fuerzas su jefe -

- Entiendo... - susurró Amy -

Cuando estaba saliendo de la puerta de lo que había sido su trabajo se giró hacia su jefe que aún seguía recogiendo todos los casos y apilándolos en unas cajas de cartón y le preguntó que quien había ordenado todo aquello, que quien había sido el culpable de todo esto, el dueño que quería construir ese hotel.

- Styles, Harry Styles – dijo él mientras se volvía a girar y volvía para seguir con la faena -

Amy cerró sus ojos verdes llenos de frustración mientras se echaba su largo pelo hacía atrás y se subía en el descapotable. 

Así que su marido era el culpable de que ella no tuviera trabajo. Era el culpable de que sus jefes no tuvieran ni un metro cuadrado de despacho para seguir con su oficio. 

Perfecto, y además de todo eso lo habían hecho sin protección esa misma mañana cuando no habían podido evitar la pasión que sentían.

Y aún peor, le daba igual, porque estaba tan enamorada de él que no le importaba lo más mínimo.

Y lo que es muchísimo peor, no quería que llegara la boda de su hermana, porque en ese momento todo se acabaría y sabía que él no querría continuar ya que no había contestado a su pregunta esa mañana.

¿Siempre? Y el silenció había hecho el resto.

"En las Vegas" - Harry Styles y AmyWhere stories live. Discover now