Capitulo 3.- No hay errores.

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- ¿No haz terminado? - Pregunto Sean Martin del otro lado de la puerta.

- ¡Todavía no! ¿Cuantas veces más piensas preguntar en lo que resta del minuto? - Respondí yo.

- Las que sean necesarias. - Respondio por último y escuché sus pasos alejarse de la puerta.

Hace solo un minuto descubrí un par de cosas muy importantes.

La primera; este chico sería mi compañero de cuarto a partir de ahora.

La segunda; estaba parada con solo una toalla cubriendo mi cuerpo frente al chico que sería mi compañero de cuarto a partir de ahora.

Luego de darme cuenta de la segunda entre en pánico y corrí a mi habitación a ponerme algo encima y unos segundos después Sean dijo que iríamos a hablar con la directora para que arreglen esto.

Y así llegamos al maravilloso ahora.

Salí de mi habitación y vi a Sean sentado en el sofá con sus codos en sus rodillas y sus manos en su cara.

Tosí para hacerme notar, alzo la mirada y se puso de pie.

-Vamos - Camino hasta la puerta de entrada , abrió la puerta por mi y me dejo caminar por delante de él.

- ¿A donde vas? - Preguntó

- A las escaleras. - Respondí obvia

-Pero hay un ascensor de este lado. - Señalo

¡¿Que?!

Corrí por el pasillo y efectivamente, había un pequeño ascensor. No era moderno ni nada, cabían por lo mucho tres o cuatro personas y su puerta en realidad era una delgada y negra reja. Era uno de esos ascensores antiguos.

Pero era muchísimo mejor que las estupidas escaleras en las que casi pierdo una pierna.

- Oh esto tiene que ser una broma - Dije en un susurro que el chico escucho perfectamente.

- No puedo creer que de verdad hayas subido cuatro pisos por las escaleras - Tal vez fue solo mi imaginación, pero lo dijo con un tono que me hizo sentir más estúpida de lo que ya me sentía y no me agradaba ese tono.

No conteste nada, mientras menos tratara con este chico mejor.

Subimos ambos al ascensor y Sean presiono el botón con el numero uno. El ascensor comenzó a bajar lentamente. Podía escuchar las cadenas rechinar y golpear entre si.

Cuando llegamos al primer piso nos dirigimos hacia la oficina de la directora.

La verdad era que yo no tenía ni idea de donde estaba pero creí que si seguía al chico no tardaríamos en llegar.

O al menos eso pensaba.

Después de varios minutos me di cuenta de que habíamos pasado la misma bandera por lo menos tres veces.

Mi rodilla comenzaba a doler otra vez. Y si seguíamos asi se me haría más dificil seguirle el paso.

- Oye - Llame su atención

- ¿Hmm? - Respondió sin voltear hacia mi

- ¿Donde estamos? - Pregunté. El castaño detuvo su paso y me miro con los ojos como platos

- ¿Como que donde estamos? ¿No estamos yendo a la oficina de la Directora?

- Por eso te pregunto, ¿cuánto más falta?

- Espera, ¿no sabes donde esta?- Pregunto

-No, yo solo te seguía - Me encogí de hombros.

- ¿De que hablas? Yo soy el que te estaba siguiendo. - Respondió

BAD DEAL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora