Capitulo 6.- ¿Prometidos?

36 3 1
                                    

Salí de mi habitacion temprano en la mañana. Esta vez llegaría a tiempo a clase. Tome una ducha rápida, me vestí con lo primero que encontre, me puse un poco de maquillaje y agarre mi cabello en una coleta. Camine hasta la cocina para tomar un poco de agua y me encontre con Sean preparando el desayuno. Panqueques. Olían maravillosamente bien. Pero era obvio que no podría probarlos. No me dejaría probarlos. Tome una botella de agua del congelador y me senté sobre la barra a comer una manzana. Sean sirvió uno de los panqueques en un plato y lo arrastro a lo largo de la barra hasta que llegaron frente a mi.

Corrí mi mirada de los panqueques al él repetidas veces sin entender el porque él plato había llegado a mi sitio.

- Se va a enfriar si solo te le quedas viendo - Comentó señalando los parqueques que estuve a punto de mover lejos de mi alcancé

- ¿Que? - Pregunté confundida. ¿Había escuchado bien?

- Dije: "Se van a enfria..

- Escuché eso. - Interrumpí - Pero ¿Por qué me los das a mi? - Mire con sospecha. - ¿Que les pusiste?

- Es mi paga por la cena de ayer - Respondió ignorando mi sospecha - Ya que no aceptaste el dinero. - Murmuró por lo bajo, aunque lo escuché perfectamente. Me extendió un tenedor y lo acepte dudosa. Corrí el plato hasta mi y lo mire aun segura de que era una trampa. Dude varios segundos sobre si probarlos o no, pero al final el delicioso aroma me venció.

- No lo entiendo - Comenté mientras ponía crema batida sobre mi panqueque. ¿De donde habían salido las cosas para esto?

- ¿Qué no entiendes? - Preguntó

- A ti - Solté señalandolo - No puedo decir si eres un buen chico o uno no tan bueno. - Termine dando el primer bocado a mis panqueques. Dios Mío. Estaban tan deliciosos que daba lastima tener que comerlos todos. Pero no me detendría ahora.

- En realidad no necesitas tratar de entenderme. Tu y yo somos compañeros de piso así que es inevitable que nos dirijamos la palabra. Pero no significa que tenemos que ser amigos o algo parecido. - Contesto seriamente haciendo que mi apetito se fuera como por arte de magia

¿Por qué tenía que ser tan ciníco?

- Dices eso pero aún así preparaste mi desayuno - Puse los ojos en blanco - Es porque haces cosas así qué no te entiendo.

- Ya te lo dije, es mi paga por lo de ayer. Si no los quieres puedes tirarlos, no me importa. - Contesto sin siquiera levantar la vista hacia mi.

- ¿Lo ves? - Espeté - ¡Esa actitud! - Exclame acusadora con mi boca llena de panqueques sin importarme que probablemente escupí más de lo que hable. - Deberías tratar de mejorarla, si sigues actuando como un cretino un día llegará alguien que venga a poner tu pequeño y perfecto mundo de cabeza y no podrás hacer nada para evitarlo - Finalicé tragando mi comida. Sean levanto la vista con el ceño fruncido.

Tardó unos segundos en responder - Me tiene sin cuidado. - Se encogió de hombros restándole importancia y luego volvió a hablar antes de que pudiera responderle cualquier otra cosa - Aunque pagar por lo de ayer no era la única razón. Quería hablar contigo de algo.

Lo mire confundida. ¿Qué tenemos que hablar él y yo? Aunque no lo sabía, fuese lo que fuese, tenía el presentimiento de que no sería nada bueno.

- Estoy pensando en pedir un cambio de compañero - Continuó lanzando la bomba dejando mi mente en blanco.

......
¿Qué?
No, no, no. No puedes. Si lo haces me mandarán a casa sin duda. No podía perder esta apuesta.

BAD DEAL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora