Capítulo 4

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Todos estaban confundidos, ¿Quiénes eran esos chicos? Eran tan jóvenes como todos ellos, no podían ser los propietarios de dicho instituto.

¿Que era lo que pasaba?.

El auditorio se llenaba lentamente, maestros ordenaron a los alumnos lo más rápido que podían.

Se corría el rumor que a uno de los chicos no le gustaba perder el tiempo.

Se corría el rumor de que la chica había atentado contra alguien de su antiguo instituto.

Se corrió el rumor que otro de los chicos era tan perverso y malvado que no le importaba nadie.

¿Quienes eran ? ¿ Porque se creían tan importantes?.

Porque lo eran.

Ellos eran tan importantes que luego de aquel día, nadie tenía que dudarlo. A todos le quedarían claro quienes eran los hermanos Muller.

Cuando todos se encontraban sentados, el silencio era evidente.
El auditorio parecía como un pequeño teatro, solo que este tenía ventanales altos y un enorme escenario color negro, en dónde habían dos puertas.
En una salió Angelica, una señora rubia demasiado seria y elegante.
Había un podio de madera en medio del escenario en dónde esta se poso.

—Buenos días estudiantes, este anuncio será breve.— Ella se aclaro la garganta.

Luego la segunda puerta se abrió.
Los susurros y jadeos no se hicieron esperar.
Era claro que aquellos tres chicos causaban conmoción, asombro y miedo.
El aura de los tres era tan intimidante que inmediatamente tu cuerpo advertía alejarse.
Pero a la vez acercarse tanto.
Su belleza deslumbraba y hacia que tanto chicos como chicas mordieran sus labios y suspiran con ilusión. Simplemente eran demasiado atractivos.

Esos tres podría enamorar a cualquiera que quisieran.

—El día de hoy el instituto cuenta con tres personas importantes, los dueños de Alice Clark Model School.

Los murmullos empezaron de nuevo, ¿ de verdad esos tres chicos eran los dueños? ¡Pero si eran unos niños!

—¡Silencio!— Grito Angelica, todo el mundo cerró la boca y miró atenta hacia los chicos que parecían contentos . Excepto una.

La chica tenía su mirada en el techo, parecía que nadie existiera, solo ella. Tenía los brazos cruzados y estaba apoyada en la pared a lado de la puerta de la que salió.
Se podría apreciar su rostro delicado, piel pálida, labios carnosos y rosados, nariz perfilada y unos ojos grises impresionantes. Tenía un aura intimidante y todo de ella gritaba terror y misterio.

— Alice Muller Clarck es la principal dueña de este instituto, actualmente cursa el mismo que ustedes pero desde un poco más pequeña es dueña de este lugar. Se mudaron hace poco por lo que puede que cambien algunas cosas en el plantel. Les presento Alexander Muller — Alex sonrió con arrogancia y guiño un ojo hacia la primera fila, parecía un chico travieso y juguetón —Andrew Muller— El solo alzo su mano en un saludo y volvió a cruzarse de brazos, tenía un porte elegante y algo egocéntrico, demasiado cuadrado, demasiado correcto. — y finalmente Alicia Muller— Todos dirigieron una mirada a la chica, la cual alzo su mirada y la paseo por todo el lugar, algunos jadearon y se estremecieron, su mirada daba terror, era tan frío y sin emociones, sin ningún brillo.
¿Porque parecía que tenía un carácter horrible?
Su mirada te dejaba paralizada, te hacía temblar de miedo y asustaba, asustaba muchísimo.

—Alicia desde muy pequeña fue dueña de este lugar por circunstancias que no hay tiempo de explicar, ellos se encuentran hoy aquí para terminar su carrera y pronto tomar su lugar en este plantel, apartir de hoy se harán cambios y abran nuevas reglas, le doy la palabra a la señorita Alicia Muller.

La chica se enderezó y caminó hasta el podio.

— Buen día a todos, está será la única vez en la que me dirigiré hacia ustedes, tal vez ya hayan oido hablar de nosotros, tal vez no, en fin, eso no me interesa, existen reglas que tendrán que respetar— Ella se relamio los labios haciendo que cientos de vistas se dirijan hacia esa parte — Nosotros no estamos aquí para ser sus amigos, ni sus confidentes, ni sus conquistas, ahorrense esa vergüenza. La entrada al instituto seguirá siendo la misma, ninguna persona puede salir del plantel, claro en excepciones cuando ya no tengan ninguna clase y con permiso de la directora.
Se cancelaran las fiestas o bailes, de bienvenida, solo tendremos la de graduación y solo podrán asistir los que se estén retirando. — Susurros empezaron a escucharse por todo el lugar y las quejas no se hicieron esperar.

—¡Silencio!— Andrew tomo el lugar en el podio y su voz grave y varonil se escuchó por todo el lugar

—Quiero que se entienda que nosotros no venimos hacer sus amiguitos ni novios, manteganse lo más alejado posible de nosotros, no somos tan bueno como creen. Está será la única vez que hablaré con ustedes, así que callese y escuchen.

Todos estaban asombrados, ¿Cómo es posible que siendo tan joven sea tan dura ?

—Los maestros tienen prohibido dejar alumnos después de clases, no se permitirá ningún tipo de acoso, tanto de alumnos como de maestros. Cualquier acto vandálico se tratara directamente con las autoridades necesarias. Todos los asuntos se tratarán directamente con Angélica la cual seguirá siendo directora hasta que se hagan cambios nuevos. Gracias.

Ella se alejo del podio, se inclino para susurrarle algo a la directora Angelica y salió por la segunda puerta.

Todos miraban hacia donde se había ido.
Esa chica era muy fría y seca, miraba a todos con desdén y en una expresión aburrida, como si no quisiera estar aquí.

Todo en ella gritaba que te alejaras, que no la mirarás, ni le hablaras.

— Buen día me llamo Andrew Muller, un pequeño recordatorio, no estamos para clichés románticos absurdos, absténgase de una vergüenza pública, no estamos aquí para ser como uno de ustedes, claramente hay niveles, gracias — Andrew salió por la puerta dejando Angelica y Alexander solos.

Las chicas están boca abiertas, ¡ Diablos! ¡ Están tan arrogantes! ¡Tan perfectos!.
¿Cómo que no podían ni hablarles? Porque claro con todo lo que ya habían dicho era más que obvio que no querían contacto con ninguno de ellos.

Alexander se acercó al podio con Angélica, este embozo una sonrisa, era tan soberbio, tan arrogante, tan intimidante todos ellos.

—Pueden volver a sus clases y una última cosa....No se meten con nosotros, no quieren tener problemas con Alicia — Alexander sonrió con malicia, en sus ojos se percibía la burla y la cara de los estudiantes estaban tan impactados, desconcertados esa era la palabra.

¿Acaso esto era un reino y nos venían a doblegar?

¡Había que investigar sobre todos ellos y pronto!

¡El instituto podría peligrar!

Los tres chicos se reunieron de nuevo por los pasillos, dos de ellos soltaban risitas, la chica por otro lado miraba hacia el jardín.

Todos estaban deslumbrabados por su apariencia y era algo que odiaba, odiaba mucho su apuesto rostro porque con esa gran belleza atrajo muchos problemas y atraería algo mejor, aunque claro, ella aún no lo sabía.

Esa mirada y ese rostro era la perdición para muchos pero solo a uno salvaría.

El Secreto De Alicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora