Sick boy

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Especial de San Valentin última parte.

Narra Marianela.

Juan Son estaba hecho un desmadre en el asiento de atrás. Le daban convulsiones raras y decía que veía a un bebé muerto. Espero que eso no le impida cojer.

Por fin llegamos con los doctores. Dan un chingo de miedo. Usan unas máscaras para respirar todas pinches raras.

Se lo llevaron en una camilla. Teresita, Alex y yo nos quedamos esperando.

—¿Crees que se ponga mejor? —Le pregunté a Alex.

—La neta me vale verga. Siempre le pasa esto así que ya estoy acostumbrado.

Teresita y Alex en chinga se fueron al baño. De seguro van a cojer o a fajar. Pasaron unos quince minutos y regresaron, y a las pinches dos horas trajeron a Juan Son de vuelta.

Se veía todo raro. Y parecía un pinche zombie.

—Alex. Marianela. Teresa. Los extrañé en mi corto periodo de tiempo ausente.

—Mi nombre no es Teresa, pendejo. —Le dijo Teresita emputada.

—¿Qué chingados te pasó, we? —Le preguntó Alex.

—Deberías mejorar tu vocabulario, compañero.

Alex se llevó la mano al corazón, preocupado. Fue hacía los doctores que tenían sus manos en los hombros de Juankis, como si fuera su discípulo.

—¿Qué chingados le hicieron? —Gritó Alex. —¿Le lavaron la jeta?

—Lo hicimos un mejor miembro para la sociedad. —Dijo el Doctor de Tijuana #1.

—Sí. —Prosiguió el doctor #2. —Ahora es responsable. No se droga. No bebe. Sus canciones no son emo. Y... Ahora es religioso.

Alex se tiró al suelo. Y se puso de rodillas, y gritó mientras miraba al techo:

—¡Nooooooooooooo!

Teresita le dio un zape a Alex.

—Levántate, pendejo. —Le dijo Tere y luego volteó con los doctores. —¿Cuánto les tenemos que pagar para que lo devuelvan a la normalidad?

—Nada, señorita. La última vez que el joven Juan, vino por un mal de amores, y lo ayudamos. Y le dijimos que si volvía lo haríamos un miembro productivo a la sociedad. Era la condición para ayudarle. Y él estaba consciente.

—Pues ni qué hacerle, ¿verdad? —Dije y los doctores asintieron. —Ya vámonos a la verga.

Todos asintieron y nos llevamos a Juankis, aunque ahora quiere que le digan Juanito. La verdad me da mucho miedo. Teresita va manejando y obligué a Alex a irse en la parte de atrás con Juan Son.

***

Narra Teresita.

Ya llegamos a Ensenada con el pendejo de Juankis lavado del coco. No ha parado de hablar de religión todo el pinche camino y de que es el mesías.

Vamos caminando por la calle, cuando entonces nos topamos con...

Luisjefe1.

—¡No chingues! —Gritó Alex. —¡Es Luisjefe1!, la neta yo soy ti fan, we. Amo las parodias de Drake y Josh, y las de Chucky. Hasta mis amigos me dicen Alex Esotérico.

—Ah, pues que padre. —Dijo Luisjefe1 algo incómodo. —¡Por dios!, ¡Es Juan Son!

Juankis ni lo peló.

—¡Señor Son!, ¡Soy su gran fan!, ¿Querría salir en uno de mis vídeos?

—Solamente si me da un tiempo en el vídeo para hablar sobre Dios nuestro señor.

Luisjefe1 lo miró de "¿Qué pedo?" Y luego le dijo:

—¿Qué pedo?

—Un grupo de doctores en Tijuana le lavó el cerebro. —Le dije.

—Ah, bueno.

—Juankis saldrá siempre y cuando no sea una parodia pendeja de la película de Bob Esponja.

—¡No, como creen!, será una parodia de Drake y Josh.

—Bueno. Sale y vale. —Dijo Alex.

***

El video estuvo bastante chido. Hasta nosotros hicimos algunas voces. Fue una parodia de Drake y Josh en una película que ni puta idea de cómo se llama.

Aunque al final Luisjefe1 nos sacó a madrazos porque Juan Son empezó a hablar de religión.

Ahora Marianela le tiene miedo y se encerró en nuestro baño. Juan Son estaba rezando en su habitación.

—Oye, Tere, ¿Y cómo te embarazaste de Sugar Daddy Norton?

—Fue a mi cq a dar una platica de que no se deben hacer clubes de lucha en la vida real. Le había dicho que era mi dios, y luego cojimos. Pero me embaracé y cuando lo contacté y le dije me mandó a la verga. Y luego ignoraba mis llamadas. Por eso un día fui a su casa y le aventé al mocoso por la ventana. Sepa cómo me contacto.

—Que mala onda.

—La neta.

—¿Cojemos?

—Ok.

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