PDV: Agnesa
Después de conocer un poco más a Nefer Ludwig, Elizer regresa con una bandeja de plata llena de frutas y carnes. Adara viene junto a él, cargando dos vasijas de agua.
Cuando toda esa comida es depositada frente a Nefer, no me sorprendo al ver que come casi a la velocidad de la luz. En menos de dos minutos, toda la comida y bebida desaparecen.
Nefer se echa hacia atrás para desplomarse en el suelo, de seguro por el agotamiento que le causó haber comido tan rápido.
-¿Y el postre?-pregunta aún acostada.
Elizer y Adara se miran entre sí, sorprendidos. Luego se encogen de hombros y vuelven a marcharse.
-¿Siempre comes esa cantidad de comida?-le pregunto. No es que no haya visto comer de esa manera a una persona antes, pero el único problema es que esas personas son hombres.
-No, en realidad siempre como lo necesario para no tener que robar de más y así correr menos riesgo de ser atrapada, pero la comida de este lugar no se parece en nada al resto que he probado en toda mi vida-aclara con una sonrisa. La miro, atónita. Si nunca comió semejante cantidad de comida a esa velocidad, ¿cómo es que pudo ingerir tanto?
Nos quedamos en silencio un rato, esperando a Adara y a Elizer. Bueno, por lo menos yo estoy en silencio mientras Nefer tararea una canción sobre las sobras de la comida a la vez que se tambalea hacia atrás y adelante. Y yo que me consideraba a mí misma anormal...
-Si dejas la carne, no crecerás,
Si dejas el hueso, el perro lo robará.
Si tiras la grasa, el pobre te odiará...Trato de ignorar su canción y me pregunto si la Campiel realmente está loca.
Antes de que me de cuenta, el frío está debajo de mi piel, congelándome. No me abrazo a mí misma, ni me acurruco para calentarme, ya que el frío es una de las sensaciones que más me gustan.
Cuando Adara y Elizer vuelven con un plato lleno de chocolates y dulces, puedo notar que Nefer deja de tararear su extraña canción y empieza a babear. No bien el plato es depositado frente a ella, empieza a devorarlo como si no hubiera almorzado, o mejor dicho, como si hubiera estado muriendo de hambre en los últimos días.
-Bien, ahora a lo que realmente vinimos...-dice Adara, de brazos cruzados mientras observa a Nefer comer- Ya hicimos nuestra parte, te dimos comida (y demasiada), así que vamos a tu parte.
-Te escucho-dice ella mientras se mete en la boca un pedazo de chocolate.
-Queremos que robes algo que me quitaron. Y te liberaremos para que lo hagas. Después de hacerlo, podrás irte.
-Sí, eso ya estaba acordado, ve al grano-dice Nefer con una expresión aburrida, después de devorar el último dulce.
Adara la mira con algo de impaciencia.
-Solo quiero que recuperes un cetro. Lo tiene mi padre, el rey.
Nefer se queda paralizada un segundo.
-¿Qué?-me mira con enojo y confusión-¿Por qué no me lo dijiste?
Me encojo de hombros, divertida por la situación.
-¿Por qué no le dijiste qué, Agnes?-pregunta Adara.
-Mientras no estaban me contó que la razón por la que está aquí es para robar el cetro-explico divertida- Resulta que ella lo vio en el pueblo, cuando papá salió a saludar a los campesinos, y se infiltró en el castillo para robarlo. Irónico ¿no?
Adara ríe, burlándose de Nefer. Su risa retumba en las paredes como lo hizo ella hace unos minutos, solo que por otro motivo.
-Bueno, podrás robarlo, y quizás tenerlo por unos minutos, pero no conservarlo.
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Kings Of War
Science Fiction-La guerra está viniendo-dice él. -La guerra está aquí desde hace tiempo-replico-. Lo que está viniendo es el caos.