"Aluli"

43 1 0
                                    

Ya era la última parada, en el colectivo solo quedaba una familia judía, el chofer y yo. Al abrir las puertas bajé con desgano y respiré el aire que Caballito ofrecía, hacía mucho que no venía; Para ser exactos unas dos semanas, ese era el tiempo desde que nos habíamos visto, desde que nos habíamos peleado, desde que había llorado abrazada a él en mucho tiempo.

Sentir que me tocaban el hombro hizo darme vuelta, la mujer del colectivo me miraba sonriente.

-Disculpa linda, ¿podrías indicarnos como llegar hasta "La Continental"?- Me preguntó dulcemente.

-Bueno, sí. Tiene que doblar en esta y después sigue derecho hasta el primer puesto de flores y ahí está.- Le respondí aún algo sorprendida.

-Gracias mija'.- Luego de eso ella y sus dos hijos se alejaron a paso tranquilo.

Decidí ir hasta su casa, quería verlo pero al mismo tiempo no; Todavía me acuerdo que esta loca idea de venir sin avisar había sido gracias a Camila, un simple "Anda y habla con él, les va a hacer bien". Me había convencido, pero desde que llegué lo único que estaba en mi mente era volver a casa. En parte sabía que uno de los dos debía ceder, aunque no precisamente esperaba que yo tuviera que protagonizarlo. Mentiría si dijera que él no ha cedido en peleas anteriores pero esto era diferente, iba más allá que una simple discusión o al menos eso le había dado a entender. Mientras más meditaba menos camino quedaba por recorrer, de un momento a otro me encontré frente a la puerta de su casa y peor que eso, ya había tocado el timbre.

"-¿Quién es?-" Escuché la voz de su hermana por la maquina, me alivió un poco eso. Quizás Alex no estaba, sí seguro eso pasaba; aunque si no estaba ¿Dónde podía estar, con quién? ¿Ella?

"-Te dije que no respondas si no esperamos a nadie. ¿Quién está ahí? Flaco si es una joda te bajo los dientes." Su voz ya no sonaba congestionada como la última vez, bueno era obvio que habría mejorado en este lapso.

Las palabras no salían de mi boca, los temblores invadieron mis manos una vez más, no podía ser que no pudiera siquiera expresar un par de letras. -Soy, soy yo.- Tras esa casta frase pude oír como la puerta hacía ruido dándome pie para poder abrirla y entrar, creo que eso y la ausencia de una respuesta me inquietó bastante. "Te abrió, significa que quiere verte. O terminar de una vez por todas."

Caminé hasta el ascensor pero en su lugar decidí ir por las escaleras, cada escalón me ayudaría a pensar que decir, si abrazarlo o si mirar con miedo hacía el piso.

Llegué más rápido de lo que hubiese querido y cuando estaba a punto de golpear la puerta, se abre, veo a Alex y este sin decirme nada me abraza, no correspondo el gesto de inmediato, pero ni bien reacciono lo abrazo por la cintura.

-Escuchame...-

Fragmentos entre cuaderno y cuadernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora