La tarde fría se hacia presente. A simple vista uno podía notar que los pájaros no cantaban como de costumbre, el otoño traía al invierno pero esto no significaba que el afecto que dos personas se tenían fuera a enfriarse ¿cierto? O al menos eso era lo que le habían contado a Hernán cuando aún vivía en su casa.
El rubio después de dudarlo un rato decidió levantarse, el reloj digital junto a su cama marcaban las cinco y media; lo más probable es que Camila ya hubiese vuelto del trabajo. Al llegar al comedor, tal cual como había pensado, se encontró a la castaña quien cuando notó su presencia simplemente le regaló una sonrisa. El rostro de la joven enfermera a pesar de todo presentaba cansancio, el cual era debido a las horas extras que debía hacer en el hospital.
-¿Cómo te fue hoy?- Pregunto Hernán mientras que se acercaba con intenciones de abrazarla.
-Bastante bien, a pesar de todo.- Una vez ya entre los brazos de él mayor se sintió por primera vez aliviada en todo el día.
-Te quiero. Mucho.- La confesión repentina del rubio los asombró, por un lado ahora Camila estaba uniendo sus labios una vez más con los de quien nunca creyó terminar así; por otro ya "ex-paciente" y "libre" Moscardi no había dudado un segundo en corresponder e incluso intensificar dicho beso.
Al separarse Hernán noto que sobre la mesa había varios expedientes provenientes del centro médico, pero lo que más llamó su atención fue que uno de esos era el suyo. La mirada de la menor chocó contra la de él, preguntas e inquietudes se dibujaban en el rostro del rubio mientras que Camila simplemente deseaba poder evadir la charla que seguro esto traería.
-Escucha Her. Lo que esta sobre la mesa tiene explicación.- Comenzó a diciendo la castaña pero fue en vano ya que él no planeaba hacerle caso. Simplemente fue hacía el balcón.
-Por favor Hernán...- Un inesperado "No" por parte de quien estaba enojado interrumpió el inútil intento de la dueña de casa.
-Al igual que ellos vos. Vos pensas que estoy loco ¿no? ¿Por qué me sorprendo? Todos piensan eso, desde que llegué al hospital fue así.- El mayor dijo con enojo, pero este iba para el mismo. Ni siquiera miró a los ojos al decirle eso a Camila.
-No, obvio que no yo..- Intentó tocar su hombro pero se detuvo.
-¿También pensas qué lastime a Brian?- Preguntó con miedo Hernán, lo último que quería era odio y miedo por parte de la castaña. Sintió unos brazos que lo envolvieron de inmediato.
-Nunca, y escucha bien lo que te digo, voy a pensar eso de vos. Si dudara de vos no te hubiera traído a casa. No te hubiera abrazado al segundo día de conocernos y mucho menos haría esto.
Luego de decir esto ya se estaban besando nuevamente, un ruido los hizo alejarse, el responsable era una pequeña golondrina que había empezado a cantar.
Si un ave así cantaba con este frío quizás era una forma por la cual Hernán todavía tenía que entender que había más cosas por aprender aún.
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Fragmentos entre cuaderno y cuaderno
Short StoryA veces encuentro fragmentos de "esto" y "aquello" que quizás usé o no, bueno nada, les dedico este espacio a esos pedazos de papel que aparecen de tanto en tanto. En sí es bastante variado y no muchos tiene que ver uno con el otro. [Son sólo 13 pe...