Desperté con el rocío de la mañana, él seguía a mi lado durmiendo con esas facciones tan perfectas con su piel color bronce, le observaba detalladamente y ví la daga que tenía al lado de su cadera esa daga que o bien podía matarme o darme la libertad. Un cosquilleo se removía en mis adentros deseando cogerla, acabar con él y volver a casa, pero ¿y si fallaba y acababa él por matarme?... Me decidí, de todas formas no tenía ya nada que perder estaba totalmente sola, fuera de mi hogar, sin mi familia. Estiré mi brazo poco a poco intentando no despertarlo, sentía pánico. Observaba su cara mientras contenía la respiración y me iba moviendo hacia esa daga. Su cara estaba frente a la mía ''Por Dios que no se despierte, por Dios que no abra los ojos'' era lo único que retumbaba en mi cabeza. Un esfuerzo más y la tendría entre mis manos, la estaba tocando con la punta de mis dedos. De pronto sus ojos se abrieron chocando con los míos, sentí morirme no podía ser verdad que nada me saliera bien. Me agarró de los hombros tumbandome quedandose él arriba de mí y yo quedando inmóvil.
-¡Suéltame! ¡déjame! dije sollozando.
-¿¡Que crees que haces, crees que puedes matarme tan fácilmente!? dijo con sus ojos llenos de ira. -¡Que ilusa! No eres nadie, escuchame bien ¡NADIE puede conmigo! ¡Me tienes harto! dijo alzándome la mano. Espera, ¿me pegaría? cerré los ojos fuertemente esperando el golpe mientras mis ojos se inundaban de lágrimas no quería ver esa mano viniendo hacia mí. ¡Me destrozaría la cara! Sentía miedo. Temblaba mientras esperaba aquel golpe que nunca llegó. Le miré y ahí estaba él, mirándome, serio. Como si quisiera ver a través de mí.
-¿Me hubieses matado?- Su voz era tranquila. -No creo que tuvieses el valor para hacer daño alguien no eres así, lo sé.
-¿Y tú como sabes como soy yo?- Fruncí en ceño.
Trataba de apartarlo de mí, pero era inútil. -¡No sabes nada sobre mí! Sólo me as secuestrado cegado por tus problemas para hacerle daño a mi familia. ¿Tan poco valiente eres que no puedes luchar con los soldados de mi padre y tienes que robarme a mí?.- Escupí todo lo que estaba callando este tiempo.Enarcó una ceja -Te repito que lo sé todo sobre ti y créeme que si luchase contra tus soldados ganaría, he ganado muchas batallas pero eso no destruirá a tu padre, el saber que as desaparecido que no sabe si estás viva o quizás muerta ese martirio que tendrá que vivir cada día buscándote, créeme eso lo destruirá.-Dijo sonriendo.
Me heló la sangre, lloré de rabia por no poder hacer nada por hacerle saber que estaba bien, no entendía porqué tenía la sangre tan fría para querer hacer sufrir aún padre de esa manera. No veía en él una pizca de remordimiento.
Se apartó de mí y me quitó la cadena, ve preparándote que retomaremos el camino.
Me levante rápidamente sacudiéndome mi vestido sucio y casi harapiento.Fui al río secándome las lágrimas y maldiciéndole por dentro. Necesitaba lavarme la cara y hacer mis necesidades. Necesitaba un baño, ropa limpia, cepillar mi pelo. Suspiré. Cómo extrañaba todo eso. Miré mis pies estaban un poco mejor pero aún estaban hinchados y sucios, me los lavé con cuidado.
Escuché un ruido detrás de mí. Fruncí el ceño esperando ver a un Jason enfadado por mi espera.
-¿Otra vez estás aquí, es que no sabes lo que es la intimidad?. ¡No debes espiar a las chicas!- Me giré con enfado y los brazos en jarras para seguir gritándole pero para mí sorpresa no era Jason, eran dos hombres observándome mientras sonreían de unos cuarenta y tantos o cincuenta años quizás, algo robustos y desaliñados. Uno era moreno con barba de pocos días y el otro pelirrojo con barba pronunciada.
Sentí miedo, me recogí la falda de mi vestido para huir pero se abalanzaron sobre mí antes de que pudiese dar dos pasos.-¿Pero que tenemos aquí? Sonrió mientras me agarraba de la cintura con un brazo y una mano sobre mi boca. Sentí asco. -Si es una niña muy hermosa y solita. Dijo riendo mirando a su compañero que lo miraba riendo y con una mirada de lujuria que me daba verdaderamente miedo. -¿No sabes que las niñas no deben ir solas a los bosques? Se las pueden devorar- Mientras me olía el cuello con ansia sintiendo cerca su hediondo aliento. Sentí nauseas. -Fijo eres virgen por tu corta edad y esta piel tan fina... No eres una simple sirvienta ¿cierto?- dijo riéndose tapándome a un más la boca. El otro hombre sonreía y me miraba con cara de sádico tocándose la polla una y otra vez.
¡Oh dios mio!... ¿no irán a hacer lo que creo que es?. Mi cabeza iba a mil. El hombre moreno que me tenía sujeta de la cintura me empujó bruscamente sobre el suelo cayendo él después encima mío dejándome casi sin aliento por su peso mientras yo pataleaba he intentaba chillar pidiendo ayuda para que apareciese Jason. Que tal vez les dejaría hacer aquello que se proponían a hacerme con tal de verme sufrir. Rezaba porque viniese, me agarró de las piernas intentando abrírmelas haciéndome daño. Mientras el otro sujetaba mis manos dejándome inmóvil. Empezó a manosearme los pechos y la entrepierna haciéndome gritar de dolor y miedo, lloraba mientras gritaba el nombre de Jason lo mas fuerte que me permitía esa falta de aire -¡No por favor para, se lo suplico!- lloraba de miedo, de rabia por sentirme de nuevo tan pequeña. Temblando cada vez más. El hombre que tenía encima de mí harto de intentar que estuviese quieta acabó propinándome un bofetón haciéndome callar, me quedé paralizada. En ese momento alguien lo empujó tirándolo aún lado. Jason estaba más enfurecido que nunca. Lloré al verle, me sentía a salvo.
-¿¡Nunca nadie os ha dicho que no hay que tocar la propiedad de nadie!?. ¿La queréis? ¡bien enfrentaros antes a mí!- Y si me matáis será toda vuestra- Afirmó escupiendo al suelo.
Espera, si ganaban esos hombres... ¿tendría que dejar que abusaran de mí, que hiciesen conmigo lo que les viniera en gana sólo porque él había apostado por mí? No podía creer lo que acababa de escuchar, yo sólo era un simple trofeo no tenía valor ninguno como persona. Sentí miedo, miedo e ira. Jason podría perder eran dos contra uno. ¿Que posibilidad tenía de ganar?.
-Pero mira el niñito mal educado ¿¡Y tú no sabes que tienes que respetar a tus mayores!? Déjanosla un rato, después se la devolveremos- rió mirando a su compañero.
De pronto el hombre se abalanzó sobre Jason mientras su compañero me sostenía de pie agarrada por el cuello. Jason lo esquivó y comenzó la pelea. El hombre se abalanzaba sobre Jason sin resultado alguno mientras este sonreía hasta que cogió su daga y con un movimiento rápido acabó enterrándola en el corazón de su contrincante dejándolo muerto en el instante. El otro hombre me tiró al suelo haciendo que soltase un quejido de dolor y salió corriendo Jason sacó la daga del hombre ya muerto y la lanzó en la espalda al otro maleante dejándolo herido sacándola dónde yacía clavada -Nunca toquen algo ajeno- Le advirtió acabando con su vida.
Me levantó del brazo y pudo notar como temblaba se quedo observándome cerciorándose de que no estaba herida. En un acto reflejo me empujó contra él haciendo que lo abrazara mientras rompía en llanto y daba sacudidas por el miedo nombrándole una y otra vez él se quedó inmóvil sin tocarme parecía que no respiraba. Me cogió en brazos y me llevó asta el caballo montándome en él y me miró a la cara.
-¿Estas bien muchacha te han hecho algo, porqué lloras?- Me dijo mirándome a los ojos con la cara confundida.
¿Él no sentía miedo, ni felicidad o simplemente no tenía sentimientos? Parecía que le asombrase que yo estuviese muerta de miedo después de lo que había vivido.
-Sentí mucho miedo Jason, te necesitaba en ese momento y no se porqué no lo sé. Nunca unos hombres me habían hecho sentir tan mal, tan sucia- dije sollozando. Me miró sin decir nada.
Se montó en el caballo.
-Ya estás a salvo, tranquilízate. Ya están muertos dijo con orgullo.
Pongámonos en marcha y lleguemos a mis dominios nos estamos demorando demasiado.- Su voz era firme.No, definitivamente no tenía sentimientos.
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Venganza y deseo
RomanceLleno de ira y con un sólo objetivo, vengarse de la muerte de su familia. Hará todo lo que esté a su alcance para lograr su venganza, aunque eso le haga secuestrar a la única hija del clan enemigo.