After The Killer [Muke Clemmings]

Adelanto del Epílogo.

A Michael le estaba yendo bien estos últimos días, y ya casi no recordaba con exactitud el color de los ojos del rubio. Y claro debió haberlo olvidado hace ya cuatro años, pero el hecho de que extrañaba extrañarlo era grande.

Y no es como si él quisiera recordarlo, pero a diario se preguntaba por qué rompió la comunicación de un día para el otro. Y si se preocupó, si se preocupaba y constantemente se preguntaba ¿qué estará haciendo? Acaso... será que él rompió la promesa y... lo olvidó.

Y era entonces cuando el tragaba fuerte y negaba con la cabeza para no llorar de repente, y por más que él lo haya buscado en las páginas amarillas, lo haya llamado y dejado millones de mensajes de voz,  o en el internet de repente, el rubio no aparecía. Entonces, Michael sólo le pedía a la luna y a las estrellas que cuidaran a su precioso rubio.

Pero lo estaba haciendo bien, tratar de olvidarle y a pesar, de que estaba comenzando. Él lo estaba haciendo bien. 

Y si se había preguntado ¿Por qué seguía viviendo escondido? Porque la verdadera razón-figurativamente- ya no existía. Pero nunca pensó en asesinarse él mismo, porque sabría que nunca encontrarían su cuerpo y estaba seguro de que habría un libro absurdo de su vida más adelante.

Tenía una pequeña casa que Bruce le había regalado (porque ahora estaba metido en el narcotráfico, y eso para Michael no era lo suyo) Pero a pesar de todo lo había hecho, su casa había sido un almacén de drogas durante un año aproximadamente, porque necesitaba seguridad y un poco de dinero para sobrevivir. Pero luego había hablado con Bruce y la cosa se había acabado.

Y ahora se encontraba cambiando la dirección de sus muebles, para que vieran al mar, porque en este tiempo de verano, era relajante observar el sol por una hora más. Se encontraba descalzo y su cabello despeinado, su piel bronceaba y sus labios resecos.

El hermano de Bruce tenía una empresa papelera que lo había hecho socio inesperadamente cuando dio una simple idea "revolucionaria" mientras estaba hablando del clima. Así que el dinero no era un gran problema.

Se sentó sobre el sillón de cuero crema y abrió el libro "Los Miserables" Oh, dios. Había leído ese libro como cinco veces, pero era placentero leer la frase <Soy un miserable> en las diferentes historias.

Se sentía extraño, se sentía como si pudiera predecir el futuro y dijera que llovería hoy en la noche, sólo porque lo sentía. 

Dejó el libro al lado del sillón y suspiró peinándose el cabello.

No pensó que Rusia sería un lugar tranquilo, incluso de tan sólo pensarlo era intimidante, pero resultó uno de los mejores países que él había visitado. Y era jodidamente grande, así que no podrían buscarlo, por más que intentaran. Oh y además estaba casi cerca de Japón, y ya había ido a visitar una vez.

Se levantó, quería darse un baño y luego una siesta con el sol bajando lentamente.

Pero el timbre sonó.

Y él sonrió fastidiado, porque Bruce venía como reloj cada 26 días a hablarle acerca de sus viajes y a traer vino extranjeros. Y entonces miró el calendario y no era exactamente ese día.

Frunció el ceño y se acercó a su puerta de caoba oscura.

No había pedido comida y se maldijo el hecho de que nunca puso un mirador en la puerta, pero no tenía miedo, le valía realmente nada si vinieran a llevárselo, porque ya no sentía nada.

Y sólo la abrió y su respiración se fue.