La Trampa De Los Sueños Oscuros

☆~Capitulo 11: carta a la estrella muerta

Cuando despertó se encontraba en los brazos de James, quien le llevaba con pasos firmes y apresurados, su rostro se veia preocupado y sus brazos eran fuertes, el latido de su corazon se escuchaba rapido , la chica separó su cabeza del pecho del joven lentamente

-estas bien?! Te han hecho algo? -él se detuvo mirandola, sin soltarla- te sientes bien?

-hum si...y-yo...espera y el libro?! -saltó de los brazos del joven y miró en sus bolsillos preocupada- lo has visto?!

-hum...si, lo estrechabas contra tu pecho cuando te encontré...-sacó el libro de uno de sus bolsillos y se lo dió- de donde salió?

-bueno yo...-de pronto sintió un dolor de cabeza muy agudo y sintió que se desmayaba- James...

El chico la tomó en sus brazos de nuevo, besó su frente y comenzó a caminar hasta llegar a una plaza y se sentó con ella al borde de una fuente, la miraba dormir fijamente , sonreia con un leve sonrojo, pensó en besarla, miró los labios entre abiertos de la chica un instante, le resultaban tentadores, irresistibles, lo imaginó todo como un momento dulce y comenzó a acercarse a su boca lentamente "sera mas dulce si puedo ver sus ojos abiertos" pensó de pronto y se apartó, tomó un poco de agua de la fuente con su mano y mojó el rostro de Avie, quien despertó abriendo sus ojos lentamente y miraba fijamente a los del joven

-que ha sucedido? -dijo algo confundida- me has cargado hasta aqui?

-exacto, no puedes caminar...-la tomo y la sentó sobre uno de sus muslos- por que siempre me evitas? Digo, en clases no me hablas...

- yo...bueno, es solo que no quiero vivir un estupido cliché ¿entiendes?

-un cliché? -preguntó algo confundido- a que te refieres?

-eso, es tan tipico, una chica marginada del grupo, con la nota mas alta, de pronto se encuentra con un chico guapo y popular que tiene un harén, sin embargo se fija en ella porque...porque...bueno no sé por que -le miró un momento- ¿por que?

- porque las otras chicas carecen de encantos reales...en un jardin de rosas rojas en el que solo hay una negra, ¿elegirias una roja? Yo no, la negra es especial y hermosa -se sonrojó y miró fijamentea los ojos de la chica- ,prometo que esto no se conbertira en un cliché, lo prometo

- a que te refieres con esto?...-bajó la mirada timidamente- no juegues James...

- no jugaria con la delicadeza de tu corazon -le tomó el menton haciendola mirarle- lo prometo, y nunca rompo una promesa sabes?

Ella lo miró fijamente unos segundos, dudosa, luego se percató de que estaba sentada sobre las piernas del chico y se puso de pie rapidamente "me ha ablandado? El chico guapo que tiene un harén...no puede, no, me niego rotundamente" de alguna forma logró controlarse, le miró seria y luego le besó un mejilla a modo de despedida y agradecimiento, antes de que el chico pudiese decir nada salió corriendo del lugar.

Al llegar a casa subió directamente a su habitacion, se quitó los zapatos y los pantalones, quedando solo con polera y ropa interior y comenzó a leer el libro, estaba forrado con terciopelo negro y las hojas eran de un tono celeste claro:

"Querida Amelia:
Hace dos dias que el doctor te declaró en coma, amor yo no sé que haré sin ti, tu madre ha enfermado y se encuentra en la sala de al lado llorando por la noticia, y tu estas llena de agujas, y una maquina te ayuda a respirar; tu hermoso cabello blanco ha comenzado a crecer mas rapido estrella mia, por favor no me dejes...sabes que amor? Ha llegado a la clase un chica nueva, su nombre es Avatha y se parece a ti, nunca pone atencion, sin embargo cada vez que entrego las calificaciones ella tiene la mas alta -se veía el rasto de un lagrima en la hoja- me imagino que serás como ella de grande hija, por favor has que no sea solo una ilusion, cumple mi deseo estrella mia"

Asi finalizaba la primera hoja, Avie la contempló un momento, era el profesor Lowel...y hablaba de ella, de seguro escribia a su hija "la verdad si que es triste, imagino el final de esto y me parece horrible" pensó ella mientras se metia a la cama, ya era tarde, cerró el libro, lo guardó en su mochila y miró al techo, mañana leeria mas...