Capítulo 9

5.8K 495 60
                                    


_____: 

Abro mis ojos, tratando de adaptarme a la luz del sol, pongo mis manos sobre mi frente y anspiro. No estoy en mi habitación. Estoy en la habitación de Ross. Excepto que no estoy con él. 

Recuerdo al instante que me he acostado con él al notar que estoy desnuda, y siento un terrible dolor de piernas. La vergüenza no tarda en invadir mi cuerpo. 

Me he acosado con Ross.

Con el hombre que abandone hace dos años estando embarazada.

¿Por qué no llegué a pensar bien las cosas antes de hacerlo?

Al sentir que giran la perilla, vuelvo a recostarme en la cama y a cerrar los ojos, escucho pequeñas risitas y voces que se dirigen hacia mí.

No dudo en pensar que se trata de Ryan.

¿Pero como alcanzo la perilla de la puerta?

-¡Mami! 

Me grita poniéndose encima mío y llenando mi rostro de besos.

Sonrió, abro los ojos y lo atraigo hacia mí.

Detrás de él, veo a Ross con una bandeja de desayuno entre las manos. 

Quito mi mirada de él al recordar que estoy desnuda.

Por suerte, Ryan se pone a un lado, y comienza a saltar en la cama.

-Ryan- Le digo, haciendo que me mire sonriente- ¿Te parecería bien ver un poco de televisión?

Pregunto tapándome los pechos con las sábanas blancas, tratando de no mirar a Ross.

Él asiente, me deja un pequeño beso en la mejilla derecha, y con extremo cuidado, se baja de la cama, le dice algo a Ross que no llego a escuchar debido a mis nervios. Trago saliva cuando Ryan abandona la habitación y cierra la puerta.

Mis mejillas arden.

Puedo sentir mi cuerpo temblar.

Quiero levantarme, pero el pensamiento de que las sábanas podrían caerse, me hace querer esperar hasta que Ross se retire de la habitación.

-Te hicimos el desayuno, bueno, en realidad lo hizo Amanda.

Me dice poniéndome la bandeja de madera sobre los muslos, la sujeto para evitar que se caiga.

Croissants, jugo de naranja, café y ensalada de frutas.

Sonrió, pero los nervios, hacen que mi sonrisa se vea como una mueca.

-Gracias- Me limito a decir, mis ojos se abren a tope cuando Ross se recuesta a mi lado- ¿No tienes que ir a trabajar?- Pregunto haciendo que me mire de inmediato- Lo lamento, no quería sonar grosera

Ross mueve la cabeza de lado a lado mientras sonríe.

-Pedí el día libre, mañana tendré que trabajar, de todas formas, no puedo tomarme días libres cuando quiero sólo porque mi padre es mi jefe, en realidad, tuve que escribirle una carta de porque no iba a asistir hoy

Hago una "O" con mis labios.

¿Desde cuando el padre de Ross había hecho una empresa?

Eso me alegraba, aunque en realidad me extraña un poco, ya que cuando trabajaba de empleada en su casa, y él era mi jefe junto a Stormie, sabía que trabajaba como piloto en una de las más famosas aerolíneas de Estados Unidos, por esa razón, no pasaba mucho tiempo con su familia

-¿A que hora te despertaste?

Pregunto, agarrando con el tenedor un pedazo de manzana.

Me la llevo a la boca, aunque siento algo de vergüenza al notar que Ross me esta mirando con la típica mirada que podía hacer que cualquier mujer se excitará al instante.

-A las 6:45am, dormiste mucho, ¿Lo sabías?- Ríe- Seguro estabas muy cansada

-¿Qué hora es?

Pregunto intentando evitar el tema de lo que paso ayer.

Ross observa su reloj.

-Las 11:43am- Mis ojos se abren a tope- ¿Sabes que te ves demasiado sexy debajo de esas sábanas? Me estas...

-¡Maldita sea!- Exclamo poniendo la bandeja en el regazo de Ross, me levanto de la cama, no sin antes haber envuelto muy bien las sábanas en mi cuerpo- Ross, tengo que hacer tareas

-¿Tareas?

-¡Aún estudio, tengo 19 años! ¿Qué esperas? Si mis cálculos no fallan, me graduaré dentro de 02 años más, claro, si todo va bien.

Murmuro, y por último, me encierro en el baño.

Maldigo por no haber traído la ropa para poder cambiarme.

Salgo del baño nuevamente, agarro mi ropa rápidamente que por suerte esta en uno de los sofás que Ross tiene en su habitación y vuelvo al baño.

Me suelto el cabello, y también suelto las sábanas del mis manos.

Busco mi ropa interior entre mi ropa, gruño al no encontrarla.

Vuelvo a salir del baño algo enojada. 

Caminando despacio hacia Ross, ya que, se me podía caer las sabanas.

Ross tiene una sonrisa en sus labios mientras observa la ventana.

-¿Dónde esta mi ropa interior?

Pregunto remarcando el "dónde"

Ross me mira, y frunce los hombros a pesar que tenga una sonrisa que decía lo contrarío.

Estoy por decir algo pero no lo hago al notar que mi ropa esta interior esta debajo de la cama. 

Hijo de... 

Suspiro, trato de agacharme para agarrarla e irme nuevamente al baño pero Ross me gana, y lanza el brazo, lo miro mal.

No puedo tomar mi ropa interior, Ross es muy alto, yo sólo le llevo unos centimetros, pero aún así, no podía saltar ya que se me podría caer lo único que me cubría. 

-Ross, dámelo

-¿Y las palabras mágicas?

-Vete a la mierda- El ríe- ¡Dámelo! 

-Alcanzalo, vamos, no eres nada baja

Lo miro mal.

Al darme cuenta que se ha puesto serio y sigue con el brazo en lo más alto. Me doy cuenta de que no va a darme la ropa interior. 

Me impulso un poco e intento quitarle mi ropa interior de sus manos.

Ross retrocede, esta vez, no tarda en sonreír.

Vuelvo a intentar agarrar mi ropa interior, salto dos veces más, y a la cuarta, por fin logro alcanzarla, pero, cuando tengo la ropa interior en mis manos, me doy cuenta de que las sabanas están en el piso. Y Ross tiene una erección en sus jeans.

Estoy por correr al baño pero Ross me agarra de la cintura y me pone contra la cama. Mierda.

-No sabes lo tan excitante que fue verte saltar desnuda, ¿Lo harías otra vez? 

Me estremezco completamente cuando siento las manos de Ross tocar mis pechos y su boca devorar mi cuello. 

Enredo mis piernas al rededor de sus caderas.

Mi mente no estaba funcionando muy bien.

O bueno, tal vez sí.


---

El siguiente capítulo, será más largo y se explicarán más cosas, lo prometo, las quiero :)



Empleada II | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora