Bite Me #PTWD2016 [Editando]

1

La niña salió del coche, y miró a todos lados con miedo. Pudo ver a un grupo de personas encima de la colina al lado de la carretera. A su derecha oyó un gruñido y soltó un grito. Se giró, y con fuerza levantó la pierna, golpeando a un caminante en el estómago. Podía ver el intestino colgando de su cadera, y se atragantó con la saliva. Dio un tirón del rifle, con certeza, y la bala le atravesó de la frente a la nuca. La criatura putrefacta cayó al suelo, y Allison se dio la vuelta de nuevo.

—¿Aquello es gente..?

Alzó la mano indicando que no quería problemas, pero aparentemente su disparo había dado una imagen equivocada a las personas.

—¡Va armada! —oyó.

—¡Disparad, joder!

Los disparos llenaron sus oídos, y comenzó a disparar de vuelta, asustada.

—¡JODER, NO, AYUDA! —gritó, pero las balas no cesaron.

Sintió como una bala atravesaba su pierna, por encima de la rodilla, y se calló al suelo. Se arrastró hacia la furgoneta, y se metió debajo, sollozando y jadeando. Sentía como los cristales de la ventanilla rota se le clavaban en las manos, y se agarró la herida de la pierna, soltando un sollozo más contra la mochila azul.

"No me matan los caminantes y me matan los humanos, muy bien Allison" pensó.

Rick se pasó el brazo por la frente, secando el sudor que caía por ella. Giró el cuello, y le dedicó a Carl una sonrisa torcida, recibiendo una igual.

—Si no encontramos nada en cinco minutos, volvemos —ordenó Michonne, dando un paso a su lado—. Todos estamos agotados, Rick.

—Lo sé, solo dame tiempo. Encontraré algo —dijo soltando un suspiro prolongado—. Y si no... Y si no, pues volvemos y punto.

Pudo ver como el coreano rodaba los ojos sonriendo, y agarraba la mano de Maggie.

—Este hombre es un maldito cabezota.

—No sé cómo narices sigue vivo —se rió ella.

Caminaban a la par, todos juntos. Habían salido a buscar comida o agua, o bueno, en realidad cualquier cosa. Ya se esperaban cualquier cosa.

—¿Podemos dar la vuelt...

—¡Shhh! —espetó Daryl de la nada, agarrando la ballesta mas fuerte entre sus dedos—. Algo va mal.

Decenas de gruñidos diferentes llenaron el ambiente, y como si lo hubieran ensayado, todos cargaron sus armas a la vez, poniéndose unos a las espaldas de los otros.

Los caminantes comenzaron a llegar de la nada, a pares. Parecía que los habían estado esperando.

Las balas volaron por el aire e impactaron contra sus cuerpos descompuestos, haciéndolos gruñir mas fuerte, hasta que al final ya no hacían ruido.

Matar se había convertido en algo de la rutina, como atarse los zapatos o ponerse los pantalones.

—¡Rick a la derecha!

Uno de los caminantes se abalanzó sobre él, y ambos cayeron al suelo. Podía sentir el aliento muerto y asqueroso en su rostro, y le golpeó la sien con el mango de la pistola. Rodó lejos de él, y una bala hizo su cabeza estallar en pedazos. Una mano, seguida del brazo musculado de Glenn, se extendió delante de su cara, y la tomó.

—Gracias.

—No se dan.

Se quitó la tierra de la ropa, y suspiró, señalando al frente.