Bite Me #PTWD2016 [Editando]

12

Caminaba lento, moviéndose con torpeza hacia el porche.

Por alguna razón, tal vez todo lo que había pasado, su pierna dolía mas. Había sido un mal día. Había tenido que tocar muchos recuerdos que ya estaban casi olvidados, había tenido que matar a dos hombres. Había tenido que ser la cachorra de Adam de nuevo. Pero no es lo mismo, ¿no? Es decir, lo hizo para salvar a su familia nueva. A su nueva madre, a su nuevo amigo, a su nueva... ¿Madre de amigo? Algo así. Los había salvado. Eso era lo importante, y todos lo tenían claro. Allison no había hecho nada malo, protegió a la gente que la había protegido, eso es bueno.

—Tal vez... Tal vez nunca pueda ser una oveja... —murmuró entre dientes.

Levantó la mirada a la luz del porche de su casa, y vio a Maggie con Judith en brazos desde el ventanal del salón.

Se quitó las botas manchadas, y entró apresurada, frotándose los brazos.

—¿Alli?

—Sip, soy yo... Hace frío fuera.

—Ven, sujeta a Judith, tengo que buscar a Glenn.

—¿Me buscaba?

—Ehm... —murmuró pensativa, sacándose la manta de los hombros, y dándole a Judith—. No, creo que no, está por ahí con Rick y Abraham. ¿Por?

Allison levantó una ceja, mientras se sentaba en el sofá, y suspiró.

—Por nada, me pareció que me había llamado. Olvidalo —dijo sonriendo. Hablaría luego con Daryl—. ¿Cuando vuelves?

—En un ratito.

Maggie se puso la chaqueta, y miró a Allison, apoyándose en el marco de la puerta.

—Estáis adorables juntas.

—Gracias, vosotras también.

—Seré una madre genial algún día, ¿sabías? —sonrió, asomándose a la puerta de la calle.

—Maggie —murmuró Allison, bajando la mirada al suelo.

—¿Hm?

—Y-ya... Ya lo e-eres...

La mujer la miró dulcemente, dejando su arma encima de la mesa, y caminando hacia ella. Se arrodilló a su lado, y la abrazó.

—Gracias, cariño —sonrió, dándole un beso en la frente.

Salió de allí, con una sonrisa esbozada en los labios, y caminó hasta Glenn, que estaba sentado junto a Rick y Abraham, en el porche de la casa de este.

—Glenn —titubeo, con lágrimas en los ojos.

—Ey, cielo... —habló él, levantándose y rodeándola con los brazos—. Shhh... ¿Que pasa? ¿Estás bien? ¿Está Allison bien?

—Glenn —repitió, mirándolo con alegría—. Allison me ha dicho... Me ha dicho que soy una buena madre.

Glenn la miró confuso, hasta que el espíritu de la inteligencia bajó del cielo, y entendió lo que Maggie quería decir.

—Oh... Eso es genial, mi amor... —dijo sonriendo.

—Tal vez deberías hablar con ella. De vuestra pelea de ayer... Ya sabes...

—Mañana hablaré con ella, ahora déjala descansar.