Daddy •Liam Payne•

Capítulo 17

—¿Niall, tienes la idea de que los Estados Unidos es un país súper grande?–le pregunte a Niall estético.

—Liam, por favor tranquilízate. Niall nos ayudó demasiado amor.

—Carey, no necesitas avisarle que les ayude, sólo fue algo de nada. ¿Irán o se quedarán?—señalando Niall en su asentó irlandés mientras, Carey y yo prácticamente nos quedamos sin palabras.—Ya está el avión esperándonos en el aeropuerto, yo que ustedes me apuraba a preparar todo, ya que son diez horas de vuelo.

11 horas después:

No logramos dormir, de hecho llegamos en la mañana y nos instalamos en un hotel cercano al centro de California, aún no sabíamos en qué parte estaba pero era un fan avance estar el país.
—Cariño, suena el teléfono. Contesta.—me explicó Carey antes de meterse a bañar.

—¿Hola?

—Nos enteramos que ya estás en los Estados Unidos. Sólo  tenemos que decir una cosa al respecto... Búscala.

—Carajo. Los Estados Unidos son muy grandes.

—¡Sólo escucha! Si quieres a tu hija, tienes pistas por todo tu hotel, incluso he mandado a varias personas a saber tu información, lo tengo todo, y tú también.

—¡Carajo idiota!

Me colgó y me convenció de averiguar de él... O ellos.

—¿Quién era Liam? ¿Porque gritaste?— Carey preguntó asustada.

—Tienen pistas por todo el hotel, la tenemos que buscar nosotros.

—¿Liam? Este hotel está compuesto por seiscientas setenta y cinco  habitaciones. ¿Cómo la encontraremos si tiene tres secciones diferentes?

—Pero al menos estamos más cerca. Haré lo que sea por encontrar a mi hija.

—Liam, tenemos que ir a desayunar.—mencionó Niall antes de que saliera.

—¿Carey? ¿Vienes?—preguntó Niall haciendo gestos de preocupación.

—Si, sólo me pondré otra blusa, bajo en seguida.

Salimos los dos de la habitación bajando al restaurante.

—La extraño Niall, extraño todo de ella, sus sonrisas, sus ojos, sus llantos, su voz, todo.—al hablar de ella se dibujó una sonrisa en mi rostro.

—¿Liam? La acabas de ver hace tres minutos.

—No me refiero a Carey, yo hablaba de Ady. —reímos por segundos, sé que  no es tiempo de reír pero tengo que levantar ni animo si no quiero morir de tristeza.

—Espera... —me dirigí a Niall mientras sacaba el teléfono vibrando de mi pantalón—me están llamando.

—¿Te dejo a solas?

—No. Dice desconocido... Quédate aquí.

—Sorpresa, somos nosotros de nuevo. Solo te hablamos para decirte una cosa que te va a alegrar mucho...

—¿Qué cosa? ¿De qué hablan?

—Tu hija ya está con su mamá.—yo sonreí demasiado y mi corazón volvió a tener vida. No hasta que pensé en Carey. ¿Carey?

—¿Qué le hicieron Carey?

...

No contestaron y me colgaron, me pare de la silla, Niall me arremedo igual siguiéndome hasta la habitación.