Daddy •Liam Payne•

Prologo

Día 1:
El camino a casa es seguir sin ningún destino más, es justo donde quiero llegar ya, mientras más largo es el camino, más pequeño es el mundo.
Esta mañana recibí una llamada de mis padres, los cuales pude notar que no estaban tan felices, y no sé exactamente la razón adecuada, pero si algo les puedo decir es que no he salido de mi casa en unas cuantas semanas.
Estacionó mi camioneta enfrente de la cochera de mis padres, tomó mi celular del pequeño cenicero, y salgo del auto cerrándolo antes que puedan robarlo. Toqué la puerta tratando de dar la mejor sonrisa, pero cuando mi padre abrió la puerta me di cuenta que no era el mejor momento de gastar mis sonrisas.

—Hola papá. ¿Cómo han estado?—pregunté sin pensarlo dos veces.

—He estado mal, mal desde que nos llegó tu sorpresa de cumpleaños.

Su frase me dejó...confundido, para empezar, faltaba una semana para mi cumpleaños y si es tanto como una sorpresa, no entiendo porque está mal.
Camine hasta la sala, mamá cargaba un pequeño bebe en brazos, podría jurar que por un momento pensé que era de mi hermana, pero era obvio que si no ha tenido novio, mucho menos un hijo, o al menos yo hubiese sido el padrino de bautizo, pero me dejaron todos con la intriga y nadie dijo nada hasta que yo abrí el silencio que quedaba.

—¿Qué lindo bebé, es su sobrino, o es primo mío que yo no conozca? —se lo quite de las manos a mi mamá y lo cargué con tal delicadeza que esa criatura que dormía, no se despertó.

—Liam, es tu hija. Esta es tu sorpresa.