[Sin editar]
•Si no entendéis algo preguntar o leer lo anterior.
Una ráfaga de aire helado recorrió mis brazos desnudos , un escalofrío atravesó todo mi cuerpo, rápidamente me abracé intentando recuperar algo del calor perdido.
Miré hacia los lados desorientada mientras mis dientes castañeaban haciendo ruido.Estaba de pie, en la calle parada en medio de la carretera, había casas alrededor, algunas era capaz de recocerlas, seguía en el pueblo, pero en ninguna se veía signo de actividad, probablemente por la hora, ya que era de noche, me aventuraría a decir que de madrugada.
Di un pequeño paso con mis piernas entumecidas dispuesta a encontrar un posible motivo por el que estar aquí, al hacerlo un dolor agudo atravesó mi planta del pie. En ese momento fue en el que me percaté de que iba descalza, el pie estaba amoratado con un color entre rojizo y violáceo , tenía un aspecto realmente mal.
Intenté mover los dedos de los pies pero un pinchazo hizo que dejara de hacerlo, apenas los sentía pero tenía mucho frío.Asustada miré los dedos de mis manos, estos también se estaban poniendo morados.
¿Era posible que me estuviera congelando?
Los síntomas estaban presentes pero era algo improbable ¿verdad? Entonces otra pregunta más apareció en mi cabeza ¿Cuánto tiempo llevaba ahí parada a la intemperie? Respiré intentando tranquilizarme.
Comencé a andar lentamente tratando de llegar de nuevo a casa pese a que estaba bastante desorientada.
Cada paso que daba era horrible, apenas podía moverme y aunque no las sentía del todo, las piedra del camino se clavaban molestamente en mi piel.Al llegar al final de la calle pude reconocer el parque al que solía ir de pequeña con mí hermana, no quedaba muy lejos de casa, pero no seguí caminando ya que vi algo que me sorprendió de sobremanera.
Arrastré mis piernas en dirección al parque, en cuanto mis pies tocaron la hierba, el agua del rocío se coló entre mis dedos; seguía abrazándome inútilmente pero mi mente quería creer lo contrario.
El área de juego tenía un aspecto tenebroso, las sobras se proyectaban alargadas, acompañadas de la luz de la única farola que había.Cuando llegué a los columpios me quedé quieta mirando atentamente esperando no sé a muy bien qué.
La figura estaba sentada de espaldas a mi, su melena platina caía por debajo de sus hombros. Debió notar mi presencia porque sin mirar hacia atrás se levantó del columpio y se giró quedando delante de mí. Su belleza era abrumadora, la piel blanca perfecta de porcelana, los ojos azules grandes mirándome desde abajo y el pelo liso enmarcando su mirada, era un niña realmente hermosa.–Hola–me saludó con una voz cantarina y aniñada.
–Ho-hola–tartamudee por el castañeo de dientes y la sorpresa–¿Qué haces aquí?–pregunté muy confundida.
–¿Quieres jugar conmigo?–preguntó ella ignorando mi pregunta mientras se volvía a sentar en el columpio esta vez en mi dirección.
–¿Cómo?–volví a preguntar, no estaba entendiendo nada.
–¿Qué si quieres jugar conmigo?–dijo de nuevo mientras se balanceaba suavemente.
Iba a contestar pero una sensación de vértigo llegó a mi estómago haciéndome callar.
Me incorporé rápidamente en busca de aire. Eché un vistazo a mí alrededor y pude comprobar con alegría que estaba en mi cuarto. De repente recordé todo el sueño, rápidamente destapé mi cuerpo de la manta para ver que mis pies seguían teniendo un color normal y que podía moverlos perfectamente.

ESTÁS LEYENDO
Your Blood
Vampir- ❝Hay más de lo que crees en un mordisco.❞ Créditos de portada: @FerVelzquez Publicaciones lentas.